Yeltsin implora ayuda de Occidente para salvar la democracia
Borís Yeltsin hizo ayer un angustiado llamamiento a la comunidad internacional para que envíe ayuda urgente y generosa a Rusia como mejor antídoto contra las fuerzas neocomunistas que pugnan por volver a tomar el poder en el Kremlin. Según el presidente ruso, la cumbre convocada para julio en Tokio por parte de los siete países más industrializados (G-7) para abordar específicamente esta cuestión puede llegar demasiado tarde.
"El revanchismo es posible si la democracia y la reforma no reciben ayuda manifestó ayer Yeltsin con tono dramático tras haberse entrevistado con el presidente francés, François Mitterrand, que viajó a Moscú para manifestar su apoyo personal al acorralado líder soviético. "Rusia no sólo necesita ayuda, la necesita urgentemente", insistió.Mitterrand brindó todo su apoyo moral a la naciente democracia rusa, pero eludió las alusiones personales de apoyo a Yeltsin. Las resistencias japonesas a que el G-7 discuta la ayuda a Rusia, por una parte, y la convicción de Yeltsin de que es demasido peligroso esperar hasta el verano para que pueda comenzar a llegar esa ayuda han llevado al presidente francés a jugar con la idea de convocar una reunión de los más ricos al amparo de la cumbre que a primeros de abril van a mantener Yeltsin y el presidente Bill Clinton. El propósito de Mitterrand es que a tal cumbre sólo asistan los interesados en apoyar a Rusia.
La ayuda económica internacional es una de las vetas que quiere explotar Yeltsin para desactivar a la oposición. La otra es modificar la composición de su Gobierno para ampliar su base dando entrada a representantes de la oposición moderada.
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