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La multitud apedrea en Liverpool el furgón con los 2 niños de 10 años presuntos asesinos de otro de 2

"¡Bastardos, bastardos!". Alrededor de 250 personas encolerizadas despidieron ayer con huevos y pedradas los furgones policiales que trasladaban a los dos niños de 10 años acusados de haber torturado y asesinado al pequeño James Bulger, de dos años. La multitud rompió el cordón de se guridad policial y golpeó con furia las paredes del vehículo. Seis personas fueron detenidas. Los menores declararon ante el Tribunal de Menores de South Sefton, en la localidad británica de Bootie, próxima a Liverpool, durante seis minutos. Los magistrados ordenaron prolongar su detención hasta una próxima comparecencia judicial.

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El cuerpo del pequeño James fue localizado hace ocho días en una vía de tren en el suburbio de Walton, Liverpool. James había desaparecido dos días antes en Bootle mientras su madre hacía unas compras. Según los informes forenses, el pequeño sufrió una muerte extremadamente dolorosa, que ninguna autoridad se ha atrevido a detallar. Posteriormente fue arrollado por varios trenes.Los dos menores, cuyos nombres permanecen en el más estricto anonimato por razones jurídicas, llegaron al tribunal a las 6.45 de la mañana para evitar que se concentrara gente ante el edificio. Inmediatamente fueron trasladados a una zona de detención especial en el sótano de las dependencias judiciales.

Ambos entraron en la sala de la vista por una puerta lateral. Uno de ellos vestía un jersey blanco sin mangas, camisa roja y pantalones grises de pana. Le acompañaban su padre y su abogado, Lawrence Lee. El otro menor vestía, un chándal negro y rojo con capucha, y le acompañaba la asistente social y representante, legal Dominic Lloyd. Otro abogado representó a la familia Bulger ante el tribunal.

Seis minutos

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Los supuestos homicidas sólo hablaron para confirmar sus nombres, su edad y sus domicilios en Liverpool. La vista en South Sefton duró apenas seis minutos. El fiscal Robert Watts no presentó los cargos, pero posteriormente se confirmó que los menores serán acusados por el secuestro y homicidio del pequeño James y por el intento de secuestro de otro niño. De probarse ciertos los cargos, los menores pueden quedar privados de libertad de por vida.

Durante la vista el muchacho vestido de blanco bostezaba frecuentemente y lanzaba miradas a su compañero. El otro se inclinaba hacia delante y apoyaba la mejilla en la mano. Ninguno de los dos se mostraba inquieto. Ambos quedarán bajo custodia de las autoridades locales a la espera de un nuevo juicio previsto para el próximo 3 de marzo.

Cuando los menores salían del tribunal en dos furgones separados la multitud empezó a gritar y a lanzar objetos contra los vehículos policiales las motocicletas que les escoltaban. El representante parlamentario de la circunscripción, George Howarth, trasladó a la multitud la llamada a la calma de la familia Bulger. Durante el tumulto fueron detenidas seis personas. Dos fueron acusadas de alterar el orden público y las demás quedaron en libertad sin cargos.

Responsabilidad criminal

Ambos niños superan el límite de edad a partir del cual sus acciones se consideran dentro del marco legal de responsabilidad criminal. De acuerdo al Código Penal vigente en Inglaterra y Gales, los menores de 10 años no son conscientes de sus acciones, y, por tanto, no pueden ser acusados de ningún crimen. Sin embargo, cuando el delito se comete entre los 10 y 14 años el menor puede ser condenado siempre que el fiscal pruebe la autoría y su intencionalidad. En el supuesto de que se les declare culpables de la muerte del pequeño de dos años, los dos menores entrarán en un centro de seguridad con régimen especial donde residirán hasta los 17 años. Al cumplir los 18, ingresan en un centro de reclusión para menores y, por fin, a los 21 años, son trasladados a una cárcel común.

En España, según el artículo 8 del Código Penal, los menores de 16 años están exentos de responsabilidad criminal, informa . Sobre un niño de 10 años que cometiese un asesinato, la legislación española no prevé otras medidas que las de protección, en caso de que éste se encontrase en una situación de desamparo o abandono. En caso contrario, los expedientes que llegan de menores de 12 años quedan archivados, señala el fiscal de menores Félix Pantoja.

Si el niño es mayor de 12 años puede ser sometido a un catálogo de medidas educativas, entre ellas el internamiento, pero siempre en función del interés por su recuperación, no de la gravedad del delito.

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