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¿Nos amenaza el islam?

(...) Según los resultados de un proyecto de estudio internacional de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias, el fundamentalismo religioso no es sólo un fenómeno islámico, sino mundial.Sin embargo, ni los fundamentalistas hindúes ni los sijs, a pesar de ser igualmente agresivos, militantes y lastrados con imágenes hostiles de sus oponentes, tienen una orientación universalista: ambos se dirigen tan sólo a su propia comunidad. Por el contrario, el fundamentalismo religioso del islam recurre a la doctrina islámica del universalismo, politizándola, y desarrolla sobre esta base el concepto neoislámico de un orden mundial dominado por el islam, concepto que, sin embargo, no se encuentra ni en el Corán ni en ninguna otra fuente islámica.

Pero ya el uso de un lenguaje moderno, geopolítico, deja ver que el fundamentalismo islámico es un engendro de la modernidad, por mucho que se presente con símbolos medievales.

¿Cuál es el contenido de ese fenómeno? ¿Supone una amenaza?

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El islam tiene tras sí una religión de más de trece siglos de antigüedad, que en su momento álgido produjo un proceso civilizador del que también se benefició Europa. (...) Por el contrario, el fundamentalismo es una ideología política de fecha reciente, con no más de dos decenios de existencia. Podemos describirlo sin reparta alguno como una nueva variante del totalitarismo.

1 de febrero

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