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El diplomático que quería ser embajador

En las cafeterías cercanas a la Plaza Mayor de Madrid, cuando tomaba un café con gente de su confianza, José Fernando Almansa Moreno-Barreda se lamentaba hace aún unos pocos meses de que un subdirector general del Ministerio de Asuntos Exteriores no tuviese garantizado, cuando cesaba en tal cargo, el nombramiento al frente de una Embajada ni siquiera de segunda categoría.A sus 44 años, Almansa, subdirector de Política Exterior para Europa Oriental, soñaba con ser cuanto antes embajador para. librarse de un Madrid que describía como caro y agobiante y volver a tener los ingresos de un diplomático español en el extranjero, muy superiores al sueldo medio madrileño.

Desde que en 1991 fue nombrado subdirector, Almansa estuvo además abrumado de trabajo. Hasta que logró más personal, él y un adjunto se hallaban desbordados por el seguimiento de la evolución de la URSS y de una Europa Oriental en plena ebullición, en la que Yugoslavia se rompía violentamente. "No tengo tiempo ni de leer todos los telegramas de las embajadas", comentaba.

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La modestia de sus ambiciones declaradas -una Embajada incluso secundaria- hizo que ayer el anuncio de su próximo nombramiento como Jefe de la Casa del Rey, con rango de ministro, causase una enorme sorpresa en Exteriores. La mayoría de los diplomáticos consultados resaltan, sin embargo, que el vizconde del Castillo de Almansa, un título nobiliario heredado en 1979, coincide con ese perfil de hombre joven y hábil que buscaba don Juan Carlos para el cargo.

Nació el 4 de octubre de 1948 en Granada, donde su padre fue representante personal de Don Juan. Está casado con María Dolores de Uribe, con la que tiene tres hijos. Almansa estudió derecho, en Deusto, donde se hizo íntimo amigo de Mario Conde.

En 1974 ingresó en la carrera diplomática. Bruselas y México, donde fue agregado cultural, fueron sus primeros destinos, donde han transcurrido 13 de sus 18 años de diplomático. Volvió a Madrid en 1982 y fue nombrado en 1984 consejero de la representación ante la OTAN en Bruselas, desde donde fue destinado a Moscú en 1988. En 1990 ocupó, en Madrid, la secretaría general de la Comisión Nacional del V Quinto Centenario.

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