El FMLN suspende su desarme hasta que se depure al Ejército de El Salvador
El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) ha decidido suspender la destrucción de 50 misiles tierra-aire en protesta por la tibia depuración llevada a cabo en el Ejército salvadoreño. Nidia Díaz, dirigente de la organización ex guerrillera, señala que tras la desmovilización de los rebeldes y la destrucción de armamento realizada el pasado 15 de diciembre el FMLN decidió "dejar en suspenso la liquidación del lote de misiles que mantiene en su poder", a la espera del pase a retiró de 117 oficiales de las Fuerzas Armadas involucrados en la violación de derechos humanos.
En las próximas horas, la plana mayor del FMLN optará por la estrategia a seguir después de u el presidente, Alfredo Cristiani, aplicara parcialmente las recomendaciones hechas por la comisión creada para la depuración castrense.Los cambios decretados por el Gobierno salvadoreño afectaron tan sólo a oficiales de rango menor en ocho guarniciones militares, según la orden general dada a conocer el día 1 de enero.Por su parte, el diputado de Convergencia Democrática (CD, en la oposición) y vicepresidente de la asamblea legislativa, Rubén Zamora, insistió en que los acuerdos de paz "no sirven para nada" si no se cumple con la depuración del Ejército.
Zamora fue explícito al referirse al ministro de Defensa, general René Emilio Ponce, y al viceministro, general Orlando Zepeda, como dos de los militares involucrados en la violación de los derechos humanos y que continúan en sus cargos. Los generales Ponce y Cepeda han sido señalados por distintas organizaciones humanitarias como los autores intelectuales del asesinato de seis Jesuitas de la Universidad Centroamericana, ocurrido en San Salvador en noviembre de 1989
El pasado mes de diciembre, Rubén Zamora denunció que el Gobierno y el FMLN estaban negociando la permanencia de algunos jefes militares, a cambio de que la organización ex guerrillera recibiera más fondos de ayuda.
El presidente de El Salvador, Alfredo Cristiani, según fuentes no oficiales, guarda una segunda carta en la manga. Este mismo martes, el mandatario salvadoreño podría enviar a Naciones Unidas, organismo encargado de velar por los acuerdos de paz firmados el 16 de enero de 1992, una nueva lista que incluiría una más rigurosa depuración del Ejército.
