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El traje negro

El traje de boda de Celia Gámez, que ayer dije blanco, hoy ya es negro: la leyenda cambia de sentido. Algunos protagonistas del suceso cuentan que se alzaron en motín no porque fuera vestida de virgen, sino porque su biografía era demasiado pública como para permitir que se casara en los Jerónimos, con un "hombre de carrera", dicen, y del brazo de un general. Testimonio: las fotografías, y esgrimen la que aparece en un libro de Vizcaíno Casas. Era negro Otra España. No tan lejana, puesto que los superviviente reivindican su razón.Madrid abundó en motines morales. Hubo uno cuando enterraron a la actriz Loreto Prado en caja y coche blancos, como a una virgen, cuando era público que vivía con Enrique Chicote: su compañero tuvo que hablar al pueblo desde un balcón para explicar que nunca tuvieron relación sexual, y que la actriz, en efecto, había muerto virgen. Le creyeron y le pidieron perdón. Otro: un muchacho y una muchacha se suicidaron juntos porque sus familias se oponían a su matrimonio. Se les iba a enterrar a horas y en cementerios distintos, y no en sagrado: el motín popular obligó al gobernador a ordenar que hubiera un solo entierro y que las dos cajas cayeran en la misma fosa.

Más información
Celia Gámez, enterrada cerca de Gardel y Perón
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