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Los sindicatos se oponen a la propuesta de Solchaga para el control, de los sueldos y los beneficios

Los sindicatos UGT y CC OO se opusieron ayer a la propuesta formulada el jueves por el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, para controlar los salarios y los beneficios distribuidos. Ambas centrales entienden que la verdadera pretensión del ministro es sólo "congelar los sueldos de los trabajadores", y sostienen que no están dispuestos a pactar "la continuidad de una política que culpabilice a los salarios de todos los males de la economía".El secretario de acción sindical de UGT, Apolinar Rodríguez, señaló que ''el recorte salarial aplicado a los funcionarios para 1993 demuestra lo que Solchaga entiende por un pacto de rentas". En su opinión, un verdadero pacto de rentas debería incluir los salarios, los beneficios, los intereses de los créditos y los alquileres, además de garantizar el poder adquisitivo de las pensiones.

La secretaria de empleo de CC OO, Salce Elvira, afirmó que "el pacto de competitividad está muerto y no se puede resucitar", y añadió que "la política económica es desastrosa. Eso es lo que hay que corregir". Elvira recalcó que las subidas salariales han sido moderadas incluso en épocas de expansión, "y no se ha generado empleo suficiente".

Por su parte, el secretario general de CC OO, Antonio Gutiérrez, manifestó ayer en Oviedo que "los sindicatos no nos resignaremos a ver cómo el país pierde y se sigue destruyendo empleo, y más con la perspectiva que existe para 1993 de tener medio millón de parados más".

"Si el Gobierno", enfatizó, está de verdad dispuesto a hacer un esfuerzo, debería empezar por ahí". Para Gutiérrez, el Ejecutivo "no está en condiciones de pedir ningún tipo de confianza.

Mientras tanto, el secretario general de la Federación del Metal de UGT, Manuel Fernández, Lito, dijo ayer en Santander no tener ninguna duda de que España "se encuentra ante el umbral de un nuevo ajuste social".

Respecto al expediente de regulación temporal de empleo presentado por Ensidesa -que afecta a 14.000 de sus 15.500 trabajadores-, Lito dijo que "es una provocación". Además, agregó que "hasta que no finalice la negociación del plan siderúrgico es absurdo que se acometan medidas de este tipo".

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