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Los laboristas acusan a Major de haber apoyado "con total conciencia" a Irak

Enric González

La oposición laborista incrementó ayer su presión sobre el Gobierno de John Major en torno al escándalo de la venta de armas a Irak. Robin Cook, portavoz laborista en este asunto, acusó al Gobierno de haber provisto de armamento, "con total conciencia, a uno de los regímenes más brutales del mundo". Horas antes, un ex funcionario del Foreign Office admitió que las exportaciones secretas de material bélico, realizadas hasta que Irak invadió Kuwait, eran bien conocidas por la Administración británica.

Mark Higson, secretario de la sección para Irak dentro del Foreign Office en 1989, cuando John Major dirigía el Ministerio, declaró a la BBC que el Gobierno "emitió licencias de exportación para la venta a Irak de materiales susceptibles de uso bélico". Higson matizó que las licencias se concedieron "con cierta reluctancia" y señaló al cuerpo técnico del Foreign Office, no a los políticos, como principal responsable de la operación de encubrimiento.,El primer ministro, John Major, no estaba ayer en la Cámara de los Comunes para responder a Robin Cook. Major se encontraba en Bélgica y el ministro de Industria, Michael Heseltine, ocupó su lugar en los bancos del Gobierno. Sin embargo, el Gobierno conservador se salvó de una reprobación parlamentaria por un amplio margen de 45 votos.

Cook afirmó que "el primer cargo contra el Gobierno es que en los dos años previos a la guerra del Golfo, ayudó a fortalecer la maquinaria bélica iraquí. Durante esos dos años, proporcionó material por valor de cientos de millones de libras a las factorías de Irak que fabricaban armamento".

El dirigente laborista agregó que las exportaciones secretas se estaban llevando a cabo "en 1988, cuando las restricciones a la exportación de armas a Irak fueron relajadas sin conocimiento público, cuando el entonces ministro de Exteriores Geoffrey House dijo al mundo y a esta Cámara que existían evidencias convincentes de que (Irak) había utilizado armas químicas para matar a 5.000 kurdos".

El diario londinense The Guardian reveló ayer que Irak utilizó petróleo a precios excepcionalmente bajos, para pagar las armas que le suministraban Estados Unidos y el Reino Unido.

El escándalo de las armas británicas vendidas a Sadam Husein es objeto de una investigación oficial. Durante la instrucción se espera que sean llamados a declarar muchos de los que ocupaban altos cargos en el Gobierno entre los años 1988 y 1990, entre ellos la exprimera ministra, Margaret Thatcher.

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