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"Hay que distinguir entre persecución política y penuria"

Björn Engholm, líder de los socialdemócratas alemanes, lleva desde el verano resistiendo el cerco de sus propias bases, donde existe una batalladora corriente de repulsa a la limitación del derecho de asilo que planea el Gobierno del democristiano Helmut Kohl. En la gran manifestación izquierdista del sábado en Bonn era bien perceptible la presencia de militantes del SPD.Pregunta. En la convención del SPD celebrada en Petersberg el pasado agosto usted votó por primera vez a favor de la modificación del artículo 16 de la Constitución. Desde este cambio de postura ha sufrido, semana tras semana, derrotas en las votaciones de las federaciones de los länder. ¿Qué se siente en esos momentos?

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Respuesta. Es desagradable. Pero una vez pasados los 50 uno afronta esos momentos como un renovado proceso de aprendizaje psicosocial en la vida.

P. ¿Ha cometido errores al exigir al partido un cambio en. la política de asilo?

R. Los problemas se nos han escapado de las manos. No tenemos alternativa, tal como se encuentra el drama de la inmigración no podemos seguir discutiendo. En este tema el partido me ha exigido que lo lidere. Re conozco que no fue un proceso ejemplar de democracia interna. Pero había que actuar con urgencia.

P. ¿Actualmente el SPD no puede dejar decidir a su grupo parlamentario si se cambia la Constitución o no?

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R. No se pueden decidir cambios en la Constitución en temas que mueven montañas. Sí el congreso del partido no debatiese este tipo de cuestiones, se producirían terremotos mayores de los que ahora pudiese parecer que se dan.

P. ¿Qué es lo que haría de manera diferente en caso de que pudiese replantearse una decisión?

R. Quizá antes de la toma de postura en Petersberg debería haber abordado el tema del asilo en un discurso ante un congreso del partido.

P. Entretanto, la mayoría de las fracciones de su partido han votado en contra de cambios constitucionales, y sólo quieren acceder a ello en el caso de una regulación al escala europea.

R. No deberíamos despreciar la dimensión europea que exige el cambio del artículo 16. Porque ello significa que aceptaremos las decisiones relativas a la cuestión del asilo que tomen nuestros vecinos comunitarios, y en un futuro también de nuestros vecinos de Europa del Este, y, lo que es más importante, que refugiados que hayan entrado en nuestro país a través de países terceros que les hayan brindado seguridad, y en los que hayan permanecido por un tiempo limitado, perderán el derecho a un proceso para concesión de asilo. Si el SPD aprueba que esto se lleve a cabo, podremos hablar de un cambio cuantitativo.

P. Un punto crucial en sus exigencias en Petersberg era no admitir a refugiados procedentes de países en los que no se sufre persecución. La llamada lista de países parece que no tiene posibilidad de ser aprobada por mayoría en el SPD.

R. En un futuro existirán, nos guste o no, listas de países, y a escala europea- con un grado de vinculación mayor del que ya se da hoy en la práctica. Pero nunca hemos dicho que los refugiados de esos países sean excluidos de antemano de los procesos de concesión de asilo. Más bien se trataría de darles la oportunidad de rebatir en un proceso muy corto la presunción de que no sufren persecución política. Para ello no hace falta que modifiquemos la garantía de vía judicial del artículo 19. Si conseguirnos esto, el congreso del partido habría encontrado un camino, respetuoso con la Constitución y ante nuestra historia, que posibilite una distinción mayor entre aquellos que tienen derecho a una protección total, porque son perseguidos en cuerpo y alma, y aquellos que, aunque también sufran una amarga penuria, no sufren persecución política.

Abismo en el partido

P. En el último sondeo realizado por Der Spiegel, el 74% de los alemanes, así como el 74% de los partidarios del SPD, aprobaban su cambio de rumbo en lo que respecta a la cuestión del asilo. Pero en los congresos de partidos regionales se votó en contra. ¿Recuerda algún momento en- el que haya habido un abismo tan grande entre los cuadros del partido y los votantes del SPD?R. Creo que nunca ha habido una diferencia tan drástica.

P. ¿Y cómo se lo explica?

R. Eso tiene que ver con la historia de la socialdemocracia, una historia de persecuciones. El artículo 16 conecta con Bismarck, con Hitler, con Ulbricht y sus sucesores. Éste es un tema que nos toca profundamente.

P. Quizá también por ello se le acusa desde la izquierda del SPD de adaptarse de forma populista al espíritu de la época.

R. Prefiero ser un populista con el apoyo del pueblo. Quien declare que el intento de escuchar y percibir lo que este pueblo piensa es populista tiene una forma de pensar muy elitista.

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