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La oposición marroquí acusa al poder de agresiones a sus candidatos

Una oleada de violencia se ha desencadenado en Marruecos contra los candidatos demócratas a los comicios municipales, poniendo de esta manera en peligro el proceso electoral que culminará el próximo día 16 de octubre. El incidente más grave se produjo el pasado jueves, cuando un candidato oficialista mató a dos personas que apoyaban a otro político en la región rural de Mrirt, a unos 200 kilómetros de Rabat, según informó ayer el periódico socialista Itihad Ishtiraki.

Aparte de este asesinato, el incidente más importante tuvo lugar en la localidad de Mulay Driss Zerhuane, cerca de Mequinenza, donde un diputado socialista, Mohamed Hriga, fue atacado por un grupo de desconocidos, que le provocó importantes lesiones. Hriga se encuentra en un hospital, en estado de coma.Además de este incidente, otros muchos de menor importancia se vienen registrando en todo el país, siempre contra los candidatos de los partidos de la oposición democrática, según recoge a diario la prensa de las diferentes organizaciones.

Palizas, amenazas de muerte, abucheos, se han convertido en prácticas habituales en esta campaña electoral, que finalizará dentro de pocos días y que se desarrolla entre la abulia y la indiferencia de la mayor parte de la población.

En la mayoría de las ocasiones, los encargados de amenazar o lesionar a los candidatos demócratas son desconocidos que, al parecer, se mueven a sueldo y por indicaciones de rivales. En otros casos se trata claramente de dirigentes de las formaciones gubernamentales, como ha pasado en Ain Mediuna, donde, según asegura el comunista Partido del Progreso y del Socialismo (PPS), un candidato de esta formación ha sido amenazado de muerte por sus adversarios de la Agrupación Nacional Independiente (ANI).

En medio de esta crónica diaria de lesiones y agresiones, se ha registrado el supuesto asesinato de un líder local del partido nacionalista Istiqlal, cuyo cuerpo sin vida fue localizado en la prefectura de Mulay Driss Zerhuana. Se desconocen los autores del hecho y no se sabe con certeza si la muerte está relacionada efectivamente con esta ola de brutalidad.

Además de la violencia de los desconocidos, la oposición ha empezado a denunciar otra forma más sutil de agresión: la mentira. Según la oposición, las propias instituciones manipulan los datos de esta campaña electoral. Para los socialistas, por ejemplo, es falso que las candidaturas independientes sean las más poderosas y mejor implantadas en el país, como aseguró el ministro del Interior, Driss Basri.

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