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El arquero que lanzó al pebetero pierde la medalla

Robert Álvarez

Antonio Rebollo acogió con un suspiro de alivio su eliminación en los Juegos Paralímpicos. Está entre la élite del tiro con arco. Fue medalla de plata en Los Angeles y de bronce en Seúl. Pero él era consciente de que le iba ser imposible subir al podio en Barcelona. Lo sacrificó todo en aras de los lanzamientos que le han hecho pasar a la historia del deporte en las ceremonias inaugurales de los Juegos Olímpicos y de los Paralímpicos. Pese a que ayer fue eliminado en cuartos de final, Rebollo, afectado de poliomielitis en su pierna derecha, se ha convertido en todo un símbolo para los deportistas paralímpicos. "La medalla que todo el mundo deseaba que obtuviera aquí ya la había ganado con los dos tiros que hice en el estadio Olímpico", asegura.

Ahora un sueco, después una danesa, más tarde un coreano. Le acaban de eliminar pero todos se quieren fotografiar junto a él. Es un símbolo, un héroe. Se acaba de quedar sin medalla pero no importa. No le importa siquiera a ese chaval madrileño que le aguarda para pedirle un autógrafo: "Eres un monstruo", le dice. "He venido desde Madrid para que me hagan el segundo trasplante de riñón y no he querido perderme esta competición". Rebollo, solícito, posa junto a él y le dedica un autógrafo. "Gracias. He cumplido el sueño de mi vida", le confiesa el chaval.Pese a la fulgurante popularidad que le acompaña desde el mágico momento en que cautivó al mundo entero al enviar con una flecha el fuego olímpico hasta el pebetero, Rebollo dice ser el mismo. Ayer encajó su derrota sin pestañear, casi con un suspiro de alivio. Era in cuartos de final y el coreano Hyun Kwan Cho le derrotó por 102 puntos a 89. Rebollo siempre, está por encima de los 100 puntos. En los octavos de final había eliminado al finlandés, Raimo Tirronen por 105-89.

Labor de promoción

"Sabía que iba a sobrevenir un bajón, No tengo la forma física adecuada ni he podido ejercitar mi técnica para está competición", reconoce el arquero madrileño. "No he acusado la presión. Tengo la gran suerte de controlar bastante bien la cuestión psicológica, pero desde que me designaron para encender el pebetero no he podido entrenarme. En primer lugar porque necesitaba ensayar a conciencia para ello y en segundo lugar porque desde entonces me he dedicado más a promocionar los Juegos Paralímpicos".

Cándido' García, su vecino, su amigo, su entrenador, encajó la eliminación sin dramatismos. "Hemos sacrificado los entrenamientos en aras de la popularidad y de la perfección en los disparos al pebetero". García rebate la opinión de quienes han restado méritos al encendido del pebetero mediante un tiro con arco. "Yo he intentado hacer un disparo similar y no lo he conseguido. Es un tiro muy difícil. El arco que utilizó Rebollo fue diferente del habitual, era sin estabilización; la flecha, mucho más pesada, por lo que iba frenada. Además, estaba la presión de saberse el centro de atención de todo el mundo", añade.

Tanto Rebollo como García se deshacen en elogios hacia el público barcelonés: "Se han volcado con nosotros", pero tienen un pequeña lista de agravios hacia la organización de los Juegos Olímpicos, que avisó en, el último momento a Rebollo de que iba a ser quien encendiera el pebetero, y después no le invitó a presenciar las competiciones. "Aunque personalmente todos se han portado muy bien", advierte García, quien agradeció que Josep Miquel Abad, consejero delegado del COOB, acudiera ayer a presenciar la prueba.

La popularidad es el único reconocimiento que Rebollo ha obtenido hasta el momento. Nacido hace 36 años en Madrid, el arquero trabaja en la base de Torrejón de Ardoz como ebanista. "Mi jefe me ha dado todo tipo de facilidades para poder estar en estos juegos", indica, "ahora espero hacer un buen papel en la clasificación por equipos. Estamos entre los favoritos". El equipo español paralímpico tratará hoy de repetir la medalla de oro que obtuvo el equipo olímpico formado por Antonio Vázquez, Juan Carlos Holgado y Alfonso Menéndez. Sería la guinda a un ano mágico para el tiro olímpico español.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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