'In memóriam'
Ha muerto Jesús Ibáñez, mi maestro. "Nunca he echado raíces ni en los grupos ni en las instituciones", dijo. Sin embargo, maestro, sí en los sujetos.¿Qué buscaba, qué esperaba, más allá del sujeto? No tenía derecho a morirse, maestro. Su voz, sus palabras, eran un privilegio para los insensatos, en las cuales nos reconocíamos.
¿Cómo vamos a hacerle la crítica, con todo lo que le quedaba por hacer, por equivocarse?
Cualquier camino que abriera el entendimiento a lo real era bueno para él. Ofrecía siempre varios caminos, por si había dudas. Jamás te perdías. Era la Universidad que él quería; lo fue para mí. La muerte siempre sorprende, aunque se la espere. El impacto ha sido tremendo. El vacío de nuestro pequeño Sócrates será gigantesco.-
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