Bush promete poner de nuevo en marcha a EE UU
El presidente George Bush prometió ayer centrar su atención en los problemas nacionales si consigue un segundo mandato al frente de la Casa Blanca y aseguró que tiene planes para "poner de nuevo en marcha" a EE UU. "Hemos cambiado el mundo", dijo, "y ahora cambiaremos América, porque América es la tierra de la fuerza eterna". Bush pronunció estas palabras ante los veteranos de guerra en Indiana, en su camino hacia la convención nacional del Partido Republicano, que comenzó ayer en Houston.Los republicanos aprobaron, en el primer dia de su convención, una plataforma electoral marcadamente conservadora que solicita la ilegalización del aborto y reduce las posibilidades de George Bush de captar los votos, de las mujeres, de las minorías y de los sectores moderados del electorado. El inicio del congreso del partido del Gobierno coincidió con un ligero ascenso de las expectativas electorales del presidente.
El programa republicano reflejó, finalmente, la opinión del grupo más conservador del partído, sobre todo en lo que se refiere al asunto clave del aborto. "Creemos que el derecho fundamental a la vida de los niños no nacidos no puede ser violado. Afirmamos nuestro apoyo a una reforma constitucional que asegure el derecho a la vida y afirmamos nuestro apoyo a la designación de jueces que respeten los valores familiares tradicionales y la santidad de la vida humana inocente", afirma la plataforma aprobada. Esta posición, que está en contra de una mayoría de casi el 70% de votantes republicanos que se declaran a favor de mantener el derecho a la libre decisión de las mujeres, está provocando, según las encuestas, el abandono del partido por parte de los grupos que se definen como moderados.
La plataforma electoral republicana defiende la reducción de los impuestos, rechaza la política de cuotas para las minorías, se opone a cualquier tipo de respaldo oficial a los grupos homosexuales, refuerza el derecho constitucional a la posesión de armas de fuego, critica la pornografia y otros aspectos de Ia filosofía liberal que atacan a la familia", sostiene el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos, advierte del daño que la protección ecológica puede hacer a las industrias, niega que la distribución de condones sea un buen método para combatir el Sida y está a favor, como quiere Bush, de conceder a China el tratado de nación más favorecida.
Con esta plataforma, Bush pretende reproducir la coalición conservadora que impulsé a Ronald Reagan y que ha sostenido a los republicanos en el poder desde hace doce años. De todos los puntos mencionados, el del aborto es el que más polémica promete en esta reunión.
La misma Barbara Bush opinó la pasada semana que la interrupción voluntaria del embarazo es un asunto personal que no debía ser incluido en ningún programa político. El grupo de republicanos pro choice, como se denomina en inglés (partidarios de que la mujer tenga derecho a elegir), ha prometido una intensa campaña en contra de la posición defendida por la dirección del partido. Las encuestas mues tran que más de un 60% de los norteamericanos son partidarios de mantener lalegislación que permite la práctica del aborto. Como era de esperar, el inicio de la convención, que concluirá el jueves por la noche con los discursos de Bush y de su companero de candidatura, el vicepresidente Dan Quayle, coincidió con una cierta recuperación del presidente en las encuestas, que ahora le dan entre 15 y 17 puntos de desventaja sobre el candidato demócrata, Bill Clinton, que la semana pasada llevaba una distancia de entre 20 y 25 puntos.
Éstos son los primeros sondeos que se dan a conocer desde que se anuncié el nombramiento de James Baker como capitán del equipo de reelección del presidente.
Una encuesta de The New York Times, en la que Clinton tiene todavía una ventaja de 17. puntos, incluye, no obstante, un dato muy peligroso para Bush: un 92% de la población se expresa a favor de "un verdadero cambio" en la situación.
