"Hicieron cola para violarme"

"Me llevaron a un dormitorio e hicieron cola para violarme. A tres de ellos los conozco muy bien, antes de la guerra éramos amigos y pasábamos las tardes juntos en el café". Éste es uno de los escalofriantes testimonios de cuatro mujeres musulmanas que han llegado a Sarajevo y relatan casos de violaciones colectivas, palizas, saqueos e incendios atribuidos a ciudadanos serbios, muchos de los cuales eran vecinos y amigos de las víctimas antes de que la guerra se extendiera por el territorio de Bosnia-Herzegovina.Tres de estas mujeres, con edades comprendidas entre los 15 y 20 años, afirman que se encontraban entre un grupo de más de 100 mujeres que fueron violadas repetidamente a lo largo de siete días a finales de julio y principios de agosto, después de ser encerradas en una escuela de Rogatica, su ciudad natal. Las tres explican cómo han sido víctimas de la campaña de limpieza étnica con la que los serbios pretenden expulsar a los ciudadanos de otras nacionalidades de la ciudad, en la que antes residían 12.000 musulmanes.

"Eran mis vecinos y amigos"

"Conozco a los individuos que quemaron mi casa, robaron mis bienes y me apresaron. Eran mis vecinos y arnigos", relata Saida Ajanovic, de 42 años. Saida dice que los serbios la han trasladado a Sarajevo junto a su hija Samira, de 20 años, y tres centenares más de personas que permanecieron retenidas durante una semana en la escuela de Rogatica.

Samira explica cómo fue sacada de la escuela la noche del primero de agosto por un grupo de hombres armados quienes, la trasladaron al apartamento de un vecino serbio del que menciona el nombre. 'Trimero me violó y luego vinieron los otros, dos desconocidos, que también me forzaron", dice. "Está casado y tiene dos hijos, pero no dudó en someterme a este terrible trance". A lo largo de la semana en que estuvo retenida en la escuela, Samira fue violada durante cuatro noches, siempre a punta de fusil.

La madre dice que la primera noche intentó proteger a su hija y a las otras chicas, "pero me golpearon y pisotearon con sus botas. No pude hacer nada".

Dos amigas de Samira, que llegaron con ella a Sarajevo, también describen scómo fueron violadas colectivamente. Edina Zirrilic, de 15 años, dice que fue trasladada por hombres armados desde la escuela hasta el cuartel general del comandante serbio de la zona. "Quiso saber si yo aceptaría adoptar un nombre serbio", explica, "luego me llevó a un apartamento y me violó. Me aseguró que yo sería sólo para él y que no consentiría que ningún otro hombre me pusiera la mano encima". Sin embargo, Edina fue forzada en otras dos ocasiones a lo largo de la semana por tres serbios a los que conocía personalmente.

Elvira, de 17 años y hermana de Edina, relata como fue violada en tres ocasiones, dos de ellas en el suelo de la escuela y otra en un apartamento donde cinco serbios abusaron de ella. "Me llevaron a un edificio llamado Tejilca, me introdujeron en un apartamento y dijeron que me quitara la ropa. Cuando me negué me golpearon hasta que me desnudara", dice Elvira.

Todas coinciden en que el sector musulmán de Rogatica ha sido devastado y aseguran que sólo permanecen en la ciudad 30 musulmanes sometidos por los serbios a trabajos forzados.