Miedo a la comida
El equipo de halterofilia búlgaro que participará en los Juegos de Barcelona se entrena en secreto fuera de su país por miedo a que su bebida y comida sean manipuladas con la intención de que los levantadores den positivo en las pruebas antidopaje. Nurair Nurikian, ex plusmarquista mundial y ahora director técnico confesó que han recibido amenazas y cree que el positivo detectado a seis de sus levantadores en los últimos Europeos fue debido a la saluterina, un diurético incoloro e inodoro, mezclado con la comida de los atletas. En Seúl-88, Angel Genchev y Mitko Grablev fueron desposeídos de sus medallas de oro por dar positivo en un control, y el resto del equipo se retiró.
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