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Londres asume la presidencia de la CE para hacerla más austera y descentralizada

Enric González

El presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, parece resignarse al golpe de timón que el Reino Unido quiere efectuar sobre el rumbo de la CE. Delors dijo ayer en Londres que no desea acumular poder y que no hay grandes divergencias entre sus ideas y las del primer ministro británico, John Major: "Estamos del mismo lado", afirmó. Major acababa de expresar su intención de reducir los poderes de Bruselas y hacer más austero el presupuesto comunitario, aprovechando la presidencia semestral británica, como fórmulas para persuadir a los daneses de que reconsideren su rechazo al Tratado de Maastricht.

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La presidencia británica. de la Comunidad Europea (CE), asumida oficialmente ayer ante Jacques Delors y sus comisarios, se presenta difícil. De aquí a diciembre, la diplomacia del Reino Unido tendrá que resolver el embrollo creado por el no danés a Maastricht, buscar un acuerdo sobre la financiación comunitaria (con los países pobres, España entre ellos, exigiendo más dinero de Bruselas, y los más ricos negándose a pagarlo), preparar técnicamente el mercado único para 1993, negociar con los países que quieren ingresar en la CE, y privar a Bruselas de parte de los poderes acumulados desde 1985. Adicionalmente, Downing Street tendrá que mantener bajo control a los euroescépticos de Westminster y coordinar las actuaciones comunitarias respecto a la guerra en los Balcanes.Major y Delors se mostraron mutuamente cordiales en una rueda de prensa conjunta, celebrada tras varias horas de reunión en Downing Street. Uno y otro expresaron su convicción de que Dinamarca se reengancharía, de una forma u otra, al tren comunitario. "La presidencia semestral recaerá en el Gobierno danés a partir de enero, siguiendo con el orden habitual, y para entonces se habrán despejado muchas de las actuales dudas", señaló Delors. "Los tratados de Maastricht no tienen que haber sido aprobados por cada uno de los Doce antes de fin de año; se trata de un proceso elástico y abierto, para el que hace falta una larga reflexión", comentó Major.

El Reino Unido podría ser, con Dinamarca, uno de los países que acudieran a la cumbre de diciembre en Edimburgo con la asignatura de Maastricht pendiente: Major piensa poner a votación los tratados en octubre o noviembre, pero está dispuesto a aplazar la ratificación hasta que todos los demás la hayan efectuado y Dinamarca haya aclarado su situación dentro de la CE. Eso podría retrasar la votación parlamentaria hasta finales de diciembre o enero de 1993.

El Gobierno británico inicia su presidencia con la tranquilidad de que Carlo Ripa di Meana, el ex comisario de Medio Ambiente, haya abandonado Bruselas para incorporarse al nuevo Gabinete italiano. Ripa di Meana era una auténtica bestia negra para Londres. Jacques Delors ha asumido temporalmente la cartera medioambiental y se ha comprometido ante Major a evitar roces innecesarios en asuntos como la construcción de carreteras y la calidad de las playas británicas.

Delors también se comprometió ayer, ante cientos de periodistas, a apoyar el proceso descentralizador propugnado por el Reino Unido. "Yo no quiero acumular poderes, mi único interés es que la Comunidad funcione y progrese", afirmó el presidente de la Comisión.

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