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El asesinato de Falcone desbloquea la elección de presidente de Italia

El brutal asesinato, el pasado sábado, del superjuez anti-Mafia Giovanni Falcone acabó de un plumazo con los titubeos de la clase política italiana, atascada en el Parlamento por su impotencia para nombrar un nuevo presidente de la República. El visto bueno del neocomunista Partido Democrático de la Izquierda (PDS) a la candidatura de Oscar Luigi Scalfaro convirtió anoche a este democristiano, con fama de incorruptible, en virtual jefe de Estado.

La votación de los parlamentarios que permitió la elección de Scalfaro, un hombre de 73 años con fuertes convicciones religiosas, se produjo ayer por la tarde, y a las 21.15 el recuento daba ya la mayoría requerida. El dirigente democristiano consiguió 672 votos, 164 más de los que necesitaba, merced al apoyo de la Democracia Cristiana, Partido Democrático de la Izquierda, Partido Socialista, Partido Socialdemocrático, Partido Liberal, los verdes, La Rete y los radicales de Pannella. Scalfaro no fue respaldado por los republicanos, Las Ligas, los neofascistas del MSI y Refundación Comunista.En Palermo, paralelamente, ciudadanos, jueces y políticos ,despedían en un emotivo funeral al juez Falcone. La viuda de uno de sus escoltas asesinados gritó: "La Mafia está aquí dentro. Yo os perdono, pero debéis tener el coraje de cambiar".

Por su parte, el cardenal Salvatore Pappalardo, arzobispo de la capital siciliana, se preguntaba: "¿Quién pudo traicionarle?". Los movimientos del juez, el gran enemigo del crimen organizado en Italia, eran secretos.

Páginas 2 y 3

Editorial en la página 12

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