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Espectacular detención de un 'comando' etarra en Uruguay

La organización terrorista ETA, cada vez más acosada, sufrió el viernes un nuevo golpe, esta vez en Uruguay, con la caída de la activista Rosario Delgado, hasta hace dos meses miembro del comando itinerante que acabó en Valencia con la vida del catedrático Manuel Broseta. La operación ha servido para detener a 30 personas, entre ellas media docena de etarras, y para desarticular una sorprendente infraestructura de colaboradores de la banda en Uruguay.

En Montevideo se ocultaban algunos de los más sanguinarios terroristas. Juan Jesús Narváez Goñi, otro componente del comando que operó hasta febrero en la costa mediterránea, podría haber sido detenido en la operación. No obstante, la detención de este último no estaba confirmada al cierre de esta edición.Las policías uruguaya y española seguían la pista del área de reposo de ETA en Uruguay -integrada por varios restaurantes-, donde los activistas quemados acudían en espera de tiempos mejores para volver a la actividad terrorista.

Esta trama estaba en el purito de mira de las policías uruguaya y española desde hace casi dos años. Funcionarios del Servicio Central de Información del Ministerio del Interior se desplazaron ayer a Montevideo para colaborar en las identificaciones.

Desde hace cerca de dos años, la Comisaría General de Informacíón, cuyo titular es Jesús Martínez Torres, investigaba un núcleo de conexiones entre uruguayos relacionados con los tupamaros y activistas de ETA. Hace año y medio, el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, firmó un acuerdo de colaboración policial con las autoridades uruguayas.

Recientemente, se tuvo conocimiento de que habían aterrizado en este área de reposo de ETA activistas distintos de los habituales. La sorpresa surgió cuando se comprobó que las caras de los recién llegados se corresportdían con algunas de las que figuran en los carteles de los etarras más buscados, ex integrantes del comando itinerante que dirigía José Luis Urrusolo.

Este grupo, durante meses fuente de desesperación de Interior, quedó seriamente tocado cuando el pasado marzo la policía detuvo a uno de sus integrantes, Fernando Díez Torres, y reventó su infraestructura.

Por otra parte, la Ertzaintza (policía autonómica vasca) detuvo ayer a cuatro presuntos colaboradores del comando Vizcaya. Varios ministros mostraron ayer su satisfacción por las nuevas detenciones y un prudente optimismo sobre el final de la organización terrorista ETA.

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