La derecha francesa presidirá la gran mayoría de las regiones sin aliarse con Le Pen

El aislamiento del Frente Nacional (FN) y la decisión ecologista de no aliarse con los socialistas caracterizaron ayer la elección de 18 de los 22 presidentes de las regiones francesas. La coalición de derechas RPRUDF, vencedora de los comicios del domingo, conservó 15 presidencias, respetando su promesa de no aliarse con Jean-Marie Le Pen. Los socialistas obtienen tres, una más que en 1986. En dos casos, el candidato del PS fue acusado de recibir votos del FN.

Jean-Pierre Soisson, ministro centrista de la Función Pública y candidato del Partido Socialista (PS) a la presidencia de Borgoña, no tenía matemáticamente el apoyo suficiente para ser elegido. Ni tan siquiera con todos los votos comunistas y ecologistas podia superar al aspirante RPR-UDF. Por eso, cuando, en el tercer y último turno, su nombre llegó en cabeza, estalló la sospecha de que le habían votado algunos consejeros del FN.El ministro de la Función Pública replicó que los votos de más que había obtenido proce dían de "tránsfugas" de la coa lición RPR-UDF, y se negó a dimitir. Un colega de gabinete, el ministro centrista de Comu nicaciones, Jean-Marie Rausch, también arrancó la presidencia de Lorena con más votos de los que le correspon- dían, lo que volvió a despertar dudas sobre la posible procedencia ultraderechista de los mismos. En el caso del Limousin, la victoria socialista fue indiscutible. El partido fundado en 1971 por François Mitterrand abordó la jornada en una situación de completo aislamiento. Los comunistas habían anunciado que no votarían a los candidatos socialistas y lo mismo habían decidido Los Verdes, el componente más radical del movimiento ecologista. Pero lo que hizo patente la soledad del PS, el gran derrotado en los comicios del domingo, fue el hecho de que Brice Lalonde, ministro del Medio Ambiente y líder de Generación Ecología, prefiriera la "solidaridad ecologista" a la "unión de izquierda".

Durante toda la jornada, Generación Ecología se desmarcó del, PS. Lalonde aceptó ayer la posibilidad de que su nueva condición de líder del principal movimiento ecologista francés sea "incompatible" con su continuidad en el Gobierno socialista. El buró ejecutivo del PS había difundido un comunicado pidiendo a Edith Cresson que recordara a Lalonde "la elemental regla de la solidaridad gubernamental".

A primeras horas de la tarde, Lalonde fue convocado al hotel Matignon, sede de la jefatura del Gobierno. Lo abandonó sin querer informar si Cresson le había obligado a escoger entre su puesto de ministro y su renacida independencia. Lo cierto fue que, acto seguido, los socialistas boicoteron la sesión de investidura en su feudo histórico del Norte-Paso de Calais. Allí el PS obtuvo mayoría relativa el domingo, pero, para confirmar la presidencia, necesitaba la neutralidad comunista y ecologista. El PS prefirió esquivar esa prueba de fuerza con Lalonde.

Salvo en los tres casos en que la derecha tenía mayoría absoluta (Auvernia, Loira y Baja Normandía), los presidentes regionales fueron designados por mayoría relativa en el tercer turno. Eso convierte a esas regiones en ingobernables y adelanta lo que puede ocurrir a escala nacional si Mitterrand impone el sistema proporcional en las legislativas de 1993. La derecha arrancó sus 15 victorias sin el apoyo ultraderechista. Así ocurrió en Provenza-Alpes-Costa Azul, donde Jean-Claude Gaudin se impuso al socialista Bernard Tapie.