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Entrevista:

Irak no renuncia a tener armas de destrucción masiva

Tarek Aziz, viceprimer ministro iraquí, ha declarado en Nueva York que, si bien su Gobierno intenta cooperar con las Naciones Unidas en el desmantelamiento de las armas de destrucción masiva en su país, no renuncia al derecho de que Irak se convierta en una potencia militar importante y a fabricar este tipo de armas en el futuro.

Tarek Aziz, en una entrevista celebrada el sábado pasado en Nueva York antes de regresar a Irak, expresó la intención de su Gobierno de no renunciar a disponer en el futuro de un arsenal de destrucción masiva, y declinó garantizar que la comisión de la ONU encargada de la supervisión de las actividades de su país y de la destrucción de su potencia bélica pueda continuar sus trabajos sin impedimentos. Afirmó que las actividades de la ONU serían juzgadas según el criterio de "caso por caso".Sus comentarios se produjeron después de que la ONU acusara de nuevo a Irak, la pasada semana, de no cumplir los requerimientos de informar plenamente y destruir su armamento químico, biológico, nuclear y sus misiles. Las declaraciones tienen como telón de fondo los informes de funcionarios de Estados Unidos y el Reino Unido, países que se niegan a rechazar el uso de la -fuerza militar para destruir las instalaciones asociadas con el pasado desarrollo armamentístico iraquí. Irak dice que quiere conservar y modificar este equipo para uso civil.

Aziz no dio muestra alguna de que Irak esté dispuesto a cumplir la exigencia del Consejo de Seguridad de la ONU de que acepte incondicionalmente las resoluciones 707 y 715, que establecieron los términos del alto el fuego tras la guerra del Golfo.

Las resoluciones permiten a la Comisión Especial de la ONU en Irak ordenar la destrucción de cualquier medio armamentístico que decida, a buscar por todo el país material prohibido y a dirigir la inspección a largo plazo de todas las actividades científicas y militares de Irak. Irak ha calificado estas peticiones como una violación inaceptable de su soberanía nacional.

Diferencias de opiniónAziz no logró la pasada semana encontrar un apoyo visible entre ninguno de los 15 miembros del Consejo de Seguridad para que se opusieran a estas peticiones y para que se levantara el bloqueo económico mundial contra Irak, los dos objetivos principales de su visita. Sin embargo, vio este intercambio de opiniones desde una perspectiva positiva, al afirmar que los miembros del Consejo de Seguridad, excepto el Reino Unido y EE UU, tienen ahora una comprensión mayor de la posición iraquí, y señaló que esto, "capacita a ambas partes para tener una relación mejor".

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Aziz también insinuó que los funcionarios del Consejo de Seguridad y de la Comisión Especial tenían diferencias de opinión sobre las resoluciones. Portavoces de EE UU, por el contrario, han expresado su satisfacción con la firme y unánime declaración del Consejo de Seguridad del pasado jueves, que afirmaba que "el Gobierno de Irak todavía no ha cumplido completa e in condicionalmente con sus obligaciones", y que Bagdad "debe hacerlo y tomar las medidas oportunas inmediatamente en este sentido".

Aziz, que habló durante una entrevista de 20 minutos en la elegante residencia de Manhat tan del embajador de Irak en la ONU, Abdul Amir Anbari, dijo que para él tenían "valor nominal" los informes de la Prensa norteamericana sobre una cam paña de 30 millones de dólares para desestabilizar al régimen del presidente Sadam Husein. Afirmó que su Gobierno no tenía in dicios de que la supuesta campaña encubierta de Estados Unidos se hubiese extendido en el interior de Irak. "El próximo año es taremos aquí, en el mismo sitio", dijo refiriéndose al régimen de Sadam. Sadoon Zubaydi, un asesor del ministro de Exteriores que se describió a sí mismo como el jefe de los intérpretes de inglés de Sadam, añadió riendo: "Yo creía que Sadam valía mucho más". Ante la pregunta de si el Gobierno iraquí está dispuesto a renunciar a su carrera de armamento de destrucción masiva, Tarek Aziz replicó: "El Consejo de Seguridad de la ONU no nos ha pedido nuestra opinión para hacer estas declaraciones. Lo que se nos pide es que cumplamos las exigencias del Consejo, y esto es diferente".

Cuando se le preguntó si él podría renunciar categóricamen te a toda aspiración iraquí a ar mamento nuclear, químico o biológico, contestó: "No. Pero estoy deseando declarar que es tamos dispuestos a cumplir las resoluciones" que estipulan que las armas de este tipo deben ser eliminadas ahora. "Ni un centímetro más".

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