_
_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Berlín y Tokio

UNA SERIE de hechos indican que Alemania y Japón -los vencidos de la Segunda Guerra Mundial- están dejando de ocupar ese lugar atípico que venían desempeñando en la escena mundial de gigantes económicos y enanos políticos. La actividad de los Gobiemos de Tokio y de Berlín les convierte en protagonistas de algunos de los grandes problemas del mundo contemporáneo. Cada uno en su terreno y a su modo, ambos están trabajando para que el fin de la guerra fría y del mundo bipolar no se traduzca en la hegemonía exclusiva de Washington en los asuntos mundiales. En EE UU, la amenaza militar de la URSS ha sido sustituida por la amenaza económica y comercial de Japón como preocupación prioritaria. Está lejos la época en que japoneses y alemanes eran los aliados más fieles, sumisos y disciplinados de la superpotencia norteamericana. Sin la URSS, cada cual puede aspirar a ser lo que es. Las trabas constitucionales que existen en ambos países para el envío de tropas al extranjero dificultan que su peso se haga sentir en la vida internacional. En ambos países se produce actualmente un enfrentamiento entre los respectivos Gobiernos conservadores, partidarios de introducir reformas que supriman esas trabas, al menos en relación con intervenciones militares decididas por la ONU, y sus oposiciones socialdemócratas, que se resisten a ese revisionismo constitucional. Las restricciones, consecuencia de la derrota del Eje en la Segunda Guerra Mundial, facilitaron, sin embargo, el impresionante desarrollo económico logrado en las últimas décadas en Japón y Alemania, libres de la hipoteca económica que para otros países supuso la carrera armamentista.

Sin embargo, Alemania está en una posición muy diferente de la de Japón: forma parte de la OTAN y de la Comunidad Europea, y ésta se ha planteado crear un sistema europeo de seguridad, con Francia y Alemania actuando en este tema de común acuerdo. Al mismo tiempo aparece entre los socialistas alemanes una tendencia a flexibilizar su actitud contraria a todo empleo de fuerzas alemanas en acciones de tipo internacional. Uno de sus dirigentes, Karsten Voigt, ha insinuado la posibilidad de modificar su posición tradicional en un plazo de dos o tres años.

En este marco, el viaje que el ministro de Exteriores alemán, Genscher, realizó a Tokio el mes pasado tiene una evidente significación. Ambos países van a estrechar las relaciones: una cumbre de Kohl y M¡yazawa tendrá lugar este año y los ministros de Exteriores respectivos se reunirán cada seis meses. El hecho más novedoso ha sido el ofrecimiento por parte de Genscher para ejercer como mediador en relación con el conflicto sobre las islas Kuriles, anexionadas por Moscú al término de la Segunda Guerra Mundial, y a cuya devolución Tokio condiciona el inicio de una política de ayuda y cooperación económicas con Rusia. Alemania es hoy el país que tiene mayores posibilidades de ser escuchado en Moscú. Si logra que el Gobierno ruso se aleje de un cerrilismo nacionalista y adopte una posición realista, que por otra parte sería para él muy beneficiosa, Alemania se marcaría un tanto importante en la escena internacional.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

El mayor papel político de ambos países hace cada vez más injustificable su ausencia como miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Si en términos formales este problema es de dificil solución en un plazo rápido -por el texto mismo de la Carta de las Naciones Unidas-, el nuevo secretario general parece resuelto a buscar fórmulas prácticas de compensar de una vez esa ausencia. El nombramiento de un japonés al frente de la operación de mayor envergadura emprendida hasta hoy por la Organización de las Naciones Unidas, la transición de Camboya a la democracia, es bien significativo al respecto.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_