Los compradores de plazas de aparcamiento pagan de su bolsillo los retrasos

En este momento se construyen en Madrid 20.249 plazas de aparcamientos para residentes (PAR) en 39 subterráneos, de los que el 90% sufre una demora media de cinco meses. Podría ser un retraso más. Pero éste repercute en el bolsillo de los compradores que adquieren su plaza poco después de que el PAR, es adjudicado: el precio aumenta un 1,2% al mes. Sin embargo, tanto el Ayuntamiento como las empresas adjudicatarias consideran inevitables las demoras: hay decenas de imponderables al construir en el subsuelo, como es saber por dónde pasan las canalizaciones de servicios.

¿Por qué se ponen plazos de finalización, si, como parece la conclusion general, no hay manera de saber cuándo estará construido el subterráneo? José Antonio García Alarilla, concejal de Circulación y Transportes, reconoce que "es una aventura actuar en el subsuelo". El director de Servicios de Transportes y Aparcamientos, José Manuel Pradillo Pombo, explica en presencia del concejal que es una cuestión de pura psicología hacia los compradores. "Los vecinos quieren saber cuándo tendrán su plaza, y no les puedes decir que 14 meses después del acta de replanteo".El pleno aprueba un anteproyecto en el que no se conoce lo que sucederá después de que se empiece a picar. Después se aprueba el proyecto inicial. Este desfase lleva en muchos casos a que la fecha de concesión a la empresa no tenga nada que ver con la de construcción. Sin embargo, a los efectos de la citada cláusula del 1,2%, el tiempo empieza a correr pocos meses después de la aprobación en el pleno.

Aumento de medio millón

En el aparcamiento RosalesIl, inaugurado en diciembre en la calle del mismo nombre, las plazas subieron medio millón de pesetas en 18 meses, debido a la citada condición del contrato. En 1989, el Ayuntamiento anunció a los futuros, usuarios un precio entre 1.272.000 y 1.372.000 pesetas (según el tamaño). En abril de 1990 ya costaban entre 1.390.000 y 1.445.000. A finales de 1991, el precio oscilaba en torno a 1.900.000 pesetas por el recargo del 1,2%. El grupo socialista va a proponer al Ayuntamiento, para evitar estos retrasos, que el pleno apruebe el proyecto cuando ya se haya abierto el hueco del subterráneo y haya constancia de los problemas que pueden surgir, en vez de llevar a pleno, como ahora, el anteproyecto.

García Alarilla recordaba ayer que el Ayuntamiento del PP ha modificado algunas cosas para favorecer a los usuarios. En noviembre se aprobó que el plazo de concesión de las plazas de aparcamiento, de 50 años, contase a partir de la puesta en uso y no de la fecha de adjudicación.

En el caso del aparcamiento de Guillermo de Osma, cuyo desplome hace una semana obligó a evacuar a 140 familias, el portavoz socialista en el distrito de Arganzuela, Juan Lobato, denunció también que la demora de la obras proporciona beneficios a las empresas, que reciben por adelantado el dinero de los vecinos. Lobato ha calculado que la empresa concesionaria, Dornier, sólo por intereses bancarios obtiene 130.000 pesetas al día, y eso descontando de la cantidad total la multa máxima que puede imponer el Ayuntamiento (50.000 pesetas al día). El grupo socialista ha hecho sus cálculos sobre las 482 plazas existentes allí, teniendo en cuenta su coste (1.040.000 pesetas) y un interés bancario corriente, del 13%.,

Félix Peiró, director de construcciones de la empresa Dornier -con un aparcamiento de residentes terminado, tres en construcción y cuatro adjudicados en Madrid-, señala que la empresa no se enriquece, sino que "es una forma de financiación como otra cualquiera". Peiró explica que el retraso de la ejecución se debe a las esperas para que otras empresas de servicios -Gas Madrid, Telefónica, Canal de Isabel II- actúen sobre la zona donde se va a hacer el estacionamiento. "Nunca se sabe cuándo van a acudir y a terminar".

Los planos del subsuelo de Madrid son poco fiables. Pradillo Pombo da un ejemplo muy gráfico: "En el aparcamiento de la plaza de las Cortes, los cables del teléfono pasaban a 15 metros de donde nos decía Telefónica que estaban. El concejal socialista Eugenio Morales achaca las demoras al sistema de subcontratas con que trabajan las constructoras: "Al ser empresas sin trabajadores propios, hay retrasos desde que se contrata a las excavadoras hasta que llegan las hormigoneras, que probablemente están hormigonando en otra obra, porponer un ejemplo. Así, el programa de plazos para los vecinos no cuadra con el programa técnico".

Peiró reconoce que existe este problema: "Nuestro trabajo es, precisamente, coordinar las subcontratas". En el caso de Guillermo de Osma, explica el director de construcciones de Dornier, cuando había que hacer el muro pantalla, la maquinaria estaba ocupada en la plaza de Castilla".

Peiró asegura que el Ayuntamiento hacía una inspección semanal del aparcamiento que se desplomó. Sin embargo, para 39 aparcamientos hay en la actualidad seis inspectores. García Alarilla es tajante sobre esta cuestión: "A ninguna empresá le interesa que se les caiga un estacionamiento".