_
_
_
_
_

"Hay que respetar la peculiaridad de Cuba"

España, representada por su ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, recibe hoy en México el relevo para la organización de la II Cumbre iberoamericana, que se celebrará en Madrid los días 23 y 24 de julio. El canciller mexicano, Fernando Solana, asegura que, si Guadalajara fue la cumbre constituyente, la de Madrid será la programática. Cuba, como ocurrió en la reunión de Guadalajara, estará otra vez en el ojo del huracán de este nuevo encuentro iberoamericano, si bien Solana afirma que su peculiaridad debe ser respetada.

El ministro de Relaciones Exteriores de México, Fernando Solana, asegura que, "si nos pusiéramos a enjuiciar las distintas formas en que se da la vida democrática, política o de convivencia social entre nuestros países, se nos iría el tiempo y no trataríamos entonces de encontrar los comunes denominadores que nos han permitido crear este espacio político y cultural tan espléndido como es la Conferencia Iberoamericana". Cuba, en opinión de Solana, "tiene problemas, pero también los tienen otros países. En México pensamos que corresponde a los cubanos resolver sus propios problemas políticos".Fernando Solana no cree que el espíritu de Guadalajara se quiebre con acontecimientos como el reciente intento de golpe de Estado en Venezuela, o las últimas ejecuciones en Cuba. Y advierte: "En Venezuela lo que se ha probado es la fuerza de la democracia. A pesar de la intentona golpista, ha sido el propio ejército el que ha garantizado las instituciones y la permanencia del Gobierno elegido por el voto popular. Venezuela atraviesa una etapa política difícil, ligada al esfuerzo económico que allí se está haciendo. En cuanto a la pena de muerte, yo puedo decir que en México no nos gusta, y, de hecho, en la práctica no existe en nuestro país, pero respeto las fórmulas que cada país aplica dentro de su jurisdicción interna".

Explica Solana que su Gobierno no tiene intención de ser intermediario entre Cuba y Estados Unidos, y subraya que, pese a iniciativas concretas como las dos reuniones que el grupo de los tres (México, Venezuela y Colombia) ha sostenido con Fidel Castro, en Guadalajara y Cozumel, "cualquier intermediación formal corresponde a los responsables internacionales".

En este sentido, recordó que cuando el Gobierno mexicano puso la logística y brindó su territorio para ayudar al establecimiento de la paz en El Salvador, fue el propio secretario de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, quien dirigió la mediación. "Si algún esquema de este tipo se propusiera para otros países, lo consideraríamos, pero no es nuestra pretensión ser intermediarios. Queremos, eso sí, dentro del respeto a la soberanía de los países americanos, que exista una atmósfera de cooperación e integración mayor entre todos nosotros".

El relevo que hoy recibe Espafia, en el curso de una reunión de los cancilleres de los 21 países que conforman la Conferencia Iberoamericana, representa para Solana "la continuidad hacia el futuro" del proyecto. Si Guadalajara fue la reunión constituyente de un foro de diálogo para los países de habla española y portuguesa de Europa y América Latina, la cumbre de Madrid debe ser, a su juicio, la programática, porque en ella se deben concretar proyectos específicos.

"Es impresionante que hayamos tardado tantos siglos para reunirnos como Estados soberanos e iguales", recalca, "y por eso es muy importante que ahora estemos juntos para tratar de encontrar caminos comunes de diálogo, reflexión, análisis o encuentro político".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

España y Europa

Para el canciller, España hace muy bien viviendo su idilio de europeidad, cuestión ésta que ha levantado resquemores entre la intelectualidad mexicana, que observa que en 1992 el país del descubrimiento mira más hacia su continente geográfico que hacia América Latina, donde tiene sin embargo nexos culturales e históricos profundos."Hace muy bien España en mirar a Europa, porque es un país europeo y ahí tiene sus principales perspectivas de mercado", dice el canciller. "Lo mismo pienso de México, que tiene que mirar a América, y por eso estamos trabajando intensamente en un tratado de libre comercio con Canadá y EE UU, y hemos cerrado otro con Chile que tiene una enorme significación política y comercial".

"Eso no quita que España ha sido, en muchos sentidos, la puerta hacia Europa para América Latina, y especialmente para México. Por eso nosotros pretendemos abrir aquí ahora puertas para los españoles y los europeos, y no sólo hacia México, sino hacia todo el continente americano", concluye.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_