Los integristas argelinos piden elecciones presidenciales y la supresión del occidentalismo
El partido integrista argelino Frente Islámico de Salvación (FIS) reclama la celebración anticipada de las elecciones presidenciales y el fin de las costumbres occidentales. Ésta ha sido la primera reacción de los radicales islámicos tras obtener un triunfo arrollador en el primer turno de las elecciones legislativas celebradas el pasado jueves. Mientras siguen sin conocerse los resultados oficiales de estos comicios, el jefe del Gobierno, Sid Ahmed Gozali, ha anunciado a la televisión francesa la hipótesis y la esperanza de que estos resultados cambien el 16 de enero, en la segunda vuelta.
Argelia amaneció ayer entre el estupor y la charia (ley islámica), al conocer por la prensa, tras un viernes festivo y sin periódicos, el resultado oficioso de la primera vuelta de las elecciones legislativas, que ha permitido al FIS obtener, por ahora, 170 escaños de los 430 de que se compone la Cámara, sólo a 46 de la mayoría absoluta. El resto de los escaños puede lograrlos con facilidad en la segunda vuelta electoral, y en cualquiera de las 158 circunscripciones en las que se presenta como claro favorito.La victoria integrista fue confirmada el viernes al mediodía en algunas plegarlas de las mezquitas, pero sobre todo fue confirmada a última hora de la noche por el líder del movimiento radical, Abdelkader Hachani, en la sede del FIS, a poco menos de 100 metros de la Embajada española y del Palacio Arzobispal de monseñor Tessier. Hachani, calificado por los sectores extremistas de su partido con el sobrenombre de El Gubernamental, fue conciso con la prensa a la que se limitó a entregar un documento según el cual su partido había obtenido el triunfo en 189 circunscripciones de las 399 escrutadas hasta aquel momento.
Hachani, ingeniero de minas en la empresa petrolera estatal Sonatrach, se mostró, sin embargo, mucho más explícito en el balcón, minutos después, desde donde pronunció una alocución a los seguidores que se habían concentrado en la calle. El dirigente islámico planteó la celebración anticipada de las elecciones presidenciales y la inmediata liberación de los líderes detenidos tras la revuelta del pasado mes de junio.
"No impondremos las elecciones presidenciales, pero no cesaremos de reivindicarlas", aseguró Hachani, recordando sin duda que el presidente Chadli Benyedid tiene la prerrogativa de convocarlas y que su mandato finaliza en diciembre de 1993. El discurso de Hachani fue reiteradamente interrumpido por las manifestaciones, de alegría de las mujeres del vecindario, mientras algunos jóvenes comentaban que "la democracia es un eslogan muerto e ineficaz para un pueblo que aspira a la justicia divina".
En perfecta coherencia con este discurso, otros dirigentes del FIS han reclamado el control islámico de la sociedad y el cambio de costumbres. Mohamed Said, uno de los jóvenes imames ideólogos del FIS, ha alertado a los argelinos sobre la necesidad de cambiar de costumbres en el vestido y en sus alimentos. Otros imames han reivindicado desde sus mezquitas la formación de tribunales para juzgar en su día a los actuales dirigentes del hasta recientemente partido único, el Frente de Liberación Nacional (FLN).
En Argelia, todo el mundo espera el resultado oficial de esta primera vuelta de las elecciones. El Gobierno guarda silencio y parece dispuesto a agotar el plazo que le da la ley y a cumplir escrupulosamente lo legislado. Según la norma electoral, los datos debe hacerlos públicos el Consejo Constitucional 72 horas después de que los gobiernos provinciales recibieran las papeletas, en la noche del día 26. De acuerdo con estas provisiones, los resultados oficiales de esta primera vuelta se conocerán esta noche. Sólo entonces se sabrá con exactitud el alcance real del triunfo del FIS y las circunscripciones donde habrá segunda vuelta el próximo día 16.
Estupor generalizado
La reacción de estupor de la clase política y de la prensa democrática es generalizada, con la excepción de El Moudjahid, el periódico del FLN, que esconde el triunfo del frente integrista. Otra reacción significativa es la del líder bereber Said Saadi, cuyo partido acaba prácticamente de desaparecer del mapa político. "Nunca me hubiera imaginado un voto tan irracional y superficial", dijo.
En medio del marasmo destaca el silencio de Ahmed Ben Bella, el ex presidente de la república que vivió hasta septiembre de 1990 en el exilio. Su partido ha desaparecido también, no ha logrado ni un escaño ni podrá ir a la segunda vuelta. El viejo presidente argelino quizá estuvo ayer en su casa ante el televisor viendo el programa especial del canal oficial donde "se resucitó" informativamente al fallecido presidente Huari Bumedian, quien le derrocó en 1965. Fue un magnifico reportaje en el que se recordaron las esencias, los fundamentos y los triunfos del movimiento de liberación nacional y del FLN, el gran derrotado, de esta primera vuelta electoral.
