Buen oficio de Niño de la Capea
Un toro de bandera por su excepcional bravura y nobleza, la faena que le hizo Jorge Gutiérrez, la responsabilidad y buen oficio de Niño de la Capea al lidiar al cuarto toro, sin inmutarse, bajó un fuerte aguacero,y detalles de Óscar San Román, fue lo más destacado de esta corrida celebrada en el coso mexicano de Querétaro.San Román, en el noble toro de su alternativa, tuvo detalles pero le faltó experiencia para aprovecharlo. Al sexto, que acabó sin recorrido, logró sacarle algunas embestidas a fuerza de insistir.
A Niño de la Capea le tocó el peor lote. En su primero -áspero, débil y reculón- instrumentó una faena inteligente, pudiendo con el toro y con deseos de agradar. A su segundo, otro áspero, con la cabeza alta, lo lidió con profesionalidad y entrega en plena tormenta.
Garfias / Niño de la Capea, Gutiérrez, San Román
Toros de Garfías, discretos de presencia, desiguales de bravura. Niño de la Capea: ovación; silencio. Jorge Gutiérrez: silencio; dos orejas. Óscar San Román, que tomó la alternativa: ovación en los dos. Plaza de Querétaro, 25 de diciembre. Tres cuartos de entrada.
Jorge Gutiérrez, a su primero, que terminó quedado, le ejecutó una faena intrascendente. Sin embargo, en su segundo -toro con trapío y de extraordinaria bravura- realizó una gran faena. Toreó magistralmente por ambos lados, con temple, girando la cintura, marcando los tres tiempos, y entusiasmó al respetable, que le aclamaba "¡torero! Era la emoción que producían el toro de lidia en su mejor exposición y el diestro que, por su valor y sus conocimientos, sabe aprovechar la nobleza de esa bravura, para crear arte.
