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LA URSS SE DESINTEGRA

Lenin sobrevive a la URSS

El cuidador de la momia de la Plaza Roja desvela su secreto

SERGE SCHMEMANN Lo único de todo el Estado fundado por Lenin que no está en plena descomposición es, precisamente, Lenin, según opina Sergéi Debov.

Debov tiene razones para saberlo; es el encargado de customdiar la momia de Lenin, y se rnuestra orgulloso de que, después de casi 40 años de fieles atenciones, inspeccionando, bañando y controlando la reliquia, ésta no haya cambiado un ápice. Esto es mucho más de lo que puede afirmarse acerca del Estado soviético.

"Si un patólogo contemplase en un microscopio un fragmento de piel de Lenin y otro de un cadáver fresco", dice el científico de 72 años, "no sería capaz de distinguir cuál pertenece a cuál, tan excelente es su estado de conservación. Si pudieran mantenerse en el mausoleo las condiciones actuales, podría preservarse para siempre".

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Y también esto es un problema. Con la caída del comunismo y el descrédito del culto a Lenin, hay muchos que piensan que no tiene ya sentido mantener su cuerpo dentro de un sarcófago de cristal en el interior del mausoleo de granito situado en la plaza Roja.

El número de visitantes, que solía ser de unos tres millones alaño, ha bajado rápidamente, aunque se nota cierta recuperación después de que,. en el mes de agosto, comenzara a correr la voz de que Lenin no permanecería mucho tiempo en exhibición dentro de su caja de cristal. Algunos políticos han sugerido que tal vez haya llegado la hora de honrar la voluntad del propio Lenin, enterrándole junto a su madre y a su hermana en el cementerio de Volkivo, en san Petersburgo.

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"Mi trabajo aquí es puramente técnico", afirma Debov con una evidente reticencia a meterse en temas políticos. "Nadie puede discutir que fue una figura sobresaliente, con un tremendo impacto en la historia", dice. "El futuro del cadáver es un problema puramente político; pero debería resolverse racionalmente. Hay actualmente una tendencia a destruirlo todo, y yo me sentiría sumamente triste si el cuerpo fuera destruido".

Debov prefiere disertar sobre las técnicas que permiten conservar un cadáver por tan largo tiempo, un tema que hasta hace muy poco constituía un secreto de Estado. Cuidar de Lenin, afirma, fue un aspecto colateral de su trabajo de biólogo molecular. Los órganos de Lenin, incluido su cerebro, fueron retirados durante la autopsia, realizada el 22 de enero de 1924 (al día siguiente de su fallecimiento). Pero la apariencia del cuerpo, dice Debov, no ha sido alterada.

"Bueno, sí hubo una pequeña alteración"" concede con sonrisa de conspirador. "Muy poco antes de su muerte, su esposa le cortó el pelo y se lo dejó extremadamente corto; de modo que cuando yacía en el féretro daba la sensación de que no tenía cabello. Se le practicó entonces una pequeña operación cosmética para oscurecerle un poco la zona del pelo".

El agua de la piel

La clave de la resistencia del cadáver, continúa Debov, está en un compuesto embalsamatorio secreto desarrollado por científicos soviéticos en los años veinte y perfeccionado en l9s cincuenta, que reemplazó toda el agua de la piel de Lenin.

"El compuesto tiene dos características especiales", dijo. "No crece en él ninguna bacteria y, muy importante, al 26º y 70% de humedad relativa, ni absorbe ni evapora agua. Por ello, todo el tiempo en que se mantengan estas condiciones, la piel permanece flexible".

Dado que mantener los restos del semidiós del Estado soviético era una tarea sagrada, no se ahorraron esfuerzos. La pequeña habitación a través de la cual pasa el público para ver el cadáver, así como todo el mausoleo y sus sótanos, constituyen un buen ejemplo de arte soviético para montar complejos equipos.

Monitores en color y múltiples sensores informan constantemente sobre la temperatura y la humedad en torno al cadáver. Otras cámaras contienen un plano luminoso de la instalación, una sala para uso de los 10 especialistas que trabajan bajo la supervisión de Debov y una vitrina en la que se exhiben armas y explosivos quitados a los visitantes. Hay también dos laboratorios idénticos provistos de mesas de operaciones. Uno de ellos era para Stalin, que compartió el mausoleo con Lenin desde su muerte, ocurrida en 1953, hasta 1961, cuando fue retirado de allí y sepultado.

El otro es el sitio en el cual, durante los 40 últimos años, cada lunes y viernes, Debov ha colocado -a Lenin para realizar un control general y para refrescarlo pasándole un poco de fluido embalsamatorio por las manos y por la cabeza. Cada año y medio, Lenin recibe un baño. "Se le desviste, se le examina concienzudamente y se le sumerge durante un mes en un baño de compuestos embalsamatorios", explica Debov. Una vez cada cuatro o cinco años, una comisión de ilustres científicos realiza una minuciosa inspección, durante la cual toman pequeños trozos de piel para realizar comprobaciones y analizar el cuerpo con aparatos que permiten comprobar las más mínimas variaciones de tamaño o color.

Sergéi Debov reconoce que tendría curiosidad por ver el cadáver de Stalin para comprobar cómo ha funcionado el proceso embalsamatorio lejos de los elaborados controles del mausoleo. Y recuerda cuándo y cómo fue removido el cuerpo de Stalin: "Fue por la noche", dice. "Llegó una comisión que traía un ataúd normal. Sacamos el cuerpo del sarcófago y lo colocamos dentro del ataúd. Unos soldados lo cerraron y clavaron y se lo llevaron. Eso fue todo".

Copyright The New York Times

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