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Portugal entra en la recta final para la concesión de dos canales privados

El culebrón de la televisión privada portuguesa está llegando a su fin, y el Gobierno de Lisboa promete una decisión final en las próximas semanas acerca de la atribución de los dos canales privados que acabarán con el monopolio estatal. Tres son los candidatos que compiten: Televisión Independiente, perteneciente a la Iglesia; SIC, de Francisco Pinto Balsemáo; y TV Uno, de Proença de Carvalho.

El paso de caracol adoptado por las autoridades portuguesas para autorizar las, televisiones privadas -la reforma constitucional, que allanó el camino para la creación de empresas privadas de televisión, fue aprobada en 1988- ha provocado una selección natural entre cerca de los 10 grupos que habían anunciado incialmente su intención de entrar en la carrera. Ahora compiten sólo tres candidatos para dos canales.

Presión católica

El hecho de que uno de los tres sea la Iglesia católica deja a los políticos solos ante el peligro de un enfrentamiento con el influyente grupo de presión católico si la Televisión Independiente (TVI), que cuenta con el patrocinio de la poderosísima emisora católica Radio Renascença y de cerca de 200 instituciones ligadas a la Iglesia, fuera la única perdedora.Desde el inicio del debate, la interferencia de la Iglesia ha sido la manzana de la discordia y el obstáculo que todos los partidos políticos portugueses no han sabido sobrepasar, debido a una auténtica presión ejercida por la jerarquía católica, que se acomodó durante cerca de medio siglo a un monopolio compartido con el Estado sobre la radio, y que intentó, en una primera fase, conseguirlo también sobre la televisión. El grupo de presión católico ha presentado un proyecto de "televisión popular, no confesional", cuyo único socio extranjero es la compañía luxemburguesa de televisión CLT.

Los concurrentes civiles son dos, con un claro primer lugar para el proyecto SIC de Francisco Pinto Balsemáo, dueño del grupo editorial Sojornal, encabezado por el semanario Expresso, líder incontestado de la prensa portuguesa. El otro candidato es TV Uno (TV-1), más conocido por el nombre de su principal promotor, Proença de Carvalho. Los sondeos de opinión y los examinadores de la Alta Autoridad están de acuerdo, al parecer, sobre que el SIC será necesariamente uno de los proyectos aprobados por su calidad técnica, la solidez de su financiación y la importancia que atribuye a la información y a la producción nacional. El modelo escogido es Canal Plus (por abono), y uno de los socios extranjeros es el gigante brasileño Globo TV.

Luchar entre sí

Con otras palabras, los privados no quieren atacar a la Iglesia y están condenados a luchar entre sí. Sin embargo, una parte de la jerarquía católica no está muy entusiasmada con la "aventura televisiva" y teme perder en el negocio un dinero que debería ser destinado a obras menos polémicas. La solución que algunos obispos miran con buenos ojos sería aceptar la oferta de Cavaco Silva de cuatro horas de programación en el segundo canal estatal, de las cuales dos serían en el llamado horario noble, con las correspondientes recetas de publicidad.

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