Un fichero descubierto en París prueba la colaboración francesa con los nazis
Medio siglo de existencia ha amarilleado el papel, pero no ha conseguido borrar de su cabecera la j de juif (judío). Una j infamante para los policías franceses que la escribieron a mano en el otoño de 1940. Y hay decenas de miles de papeles encabezados con esa j. Son las fichas de los judíos de París que Serge Klarsfeld, abogado y cazador de nazis, acaba de rescatar del purgatorio administrativo. Los policías franceses fichaban, detenían y concentraban; los SS alemanes deportaban y exterminaban. Tal era el reparto de tareas en la Francia ocupada. Son datos del "fichero de la muerte".
"Ahora nadie puede decir que los funcionarios franceses no participaron de modo activo en la política antisemita de los nazis", dice Serge Klarsfeld.El fichero encontrado por Klarsfeld -afirma SOS Racismo, la organización francesa que lucha contra el racismo y la xenofobia- da la medida del "criminal servilismo de quienes lo establecieron en el otoño de 1940". El hecho de que ese fichero estuviera en paradero desconocido desde el final de la II Guerra Mundial lleva a esa organización a preguntarse sobre "Ias complicidades individuales o institucionales en la retención de la verdad sobre la página más bochornosa de la colaboración vichysta [del Gobierno colaboracionista de Pétain instalado en Vichy] con el enemigo hitleriano".
El pasado martes, Klarsfeld buscaba documentación para sus trabajos sobre el Holocausto en los archivos del secretariado de Estado francés para los Antiguos Combatientes. De repente, tropezó con miles de cartulinas amarillentas almacenadas en cajas metálicas. Era el fichero policial de los judíos de París que se daba por desaparecido desde la liberación de la ciudad, en 1944.
En septiembre de 1940, una orden de las autoridades de ocupación alemanas obligó a los judíos residentes en Francia a censarse de inmediato. El régimen colaboracionista de Vichy ratificó de inmediato la orden. Todos los judíos debían dirigirse a la comisaría más próxima. Allí los funcionarios les ficharían sobre la base de cuatro criterios: orden alfabético, domicilio, profesión y nacionalidad. Según Karsfeld obedecieron la orden 155.000 judíos de la zona ocupada directamente por los nazis y 140.000 de la administrada por las autoridades de Vichy.
A lo largo de los cuatro años que siguieron a ese censo, las fichas de la policía gala sirvieron para la detención y posterior deportación a los campos de la muerte de unos 76.000 judíos franceses o extranjeros. La mayoría de ellos fueron también detenidos por la policía francesa y entregados a los alemanes.
Desde el pasado martes, un juez de instrucción, un centro de documentación judío y los archivos estatales se disputan la posesión del "fichero de la muerte". El juez, Jean-Paul Getti, es el encargado de instruir el sumario del nazi austríaco Alois Brunner, refugiado en Siria y reclamado por la justicia de varios países.
Para Klarsfeld la captura y juicio de Brunner es la más personal de las misiones antinazis que ha abordado en su vida. Brunner, responsable entonces del campo de concentración de Drancy, primera escala de los judíos de París en el camino a los hornos crematorios, fue el hombre que en 1943 detuvo al padre de KIarsfeld.
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