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Quién es quién para Guerra

Las versiones sobre lo que Alfonso Guerra comentó con dirigentes socialistas madrileños durante una tertulia el pasado día 23 en Madrid no coinciden a la hora de escuchar a unos u otros asistentes, y menos cuando la fuente es un intermediario. De las diversas consultas con una buena parte de los contertulios se desprende que, aunque con ligeros matices, fueron éstos los comentarios que Guerra dedicó a las personas que se citan:

Felipe González, presidente del Gobierno: Concurren en él dos circunstancias únicas: lidera la sociedad y lidera el PSOE, y en ambos casos como líder indiscutible. Pero está "secuestrado" por poderesempresariales de los que pudo liberarse en 1986 y no lo hizo. Decide mirando los resultados, como si fuera presidente de un consejo de administración, cuando también hay que mirar otras cosas.

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Carlos Solchaga, ministro de Hacienda: De los 36 altos cargos de su ministerio, sólo uno es militante del PSOE, así que no sé dónde está su sensibilidad. Él nunca ha dedicado mucho tiempo al partido. Parece que hace lo posible para preparase su vuelta al BBV. Los contertulios consultados aseguran que la mayor dureza de sus comentarios la reservó Guerra para hablar sobre Solchaga. "Ya se sabe que no le quiere", dice un asistente.

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José Luis Corcuera, ministro del Interior: Dijo de él que es más bruto que un arado. Otros comensales aseguran que lo dijo en tono cariñoso.

Joaquín Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid: Le describió como culto e inteligente, "pero le pierde su gusto por las frases".

Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidente de Extremadura: No es el mejor intelectual, pero entre él y Leguina hay dos toneladas de diferencia (todos entendieron que a favor de Ibarra, claro).

José Bono, presidente de Castilla-La Mancha: Nunca está con alguien, siempre está en medio.

Teófilo Serrano, secretario general de la FSM: No dijo de él que fuera un "traidor", pero contó una anécdota que cada cual interpretó a su manera. Según Guerra, Teófilo le preguntó un día que "qué es eso que dice Acosta de que él habla por tí". Y Guerra le respondió: "Pero si yo creí que el que hablaba por mí eras tú". A lo que Teófilo contestó con algo ingenioso que no recuerdan. Alguno interpreta que Guerra traslucía una imagen de desconcierto ante Teófilo, pero no de recriminación.

Joaquín Almunia, ex ministro de Administraciones Públicas: Guerra dio a entender que es un "vago" y un "perro" (en sentido andaluz, como poco trabajador). "A ver si trabaja más de un cuarto de hora seguido..." Otro intervino para contradecir a Guerra y defender al ex ministro. También en este caso, y pese a la contundencia de las palabras de Guerra, algunos asistentes aseguran que el ex vicepresidente usó un tono cariñoso.

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