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Reportaje:

La ira de Peter O'Toole

El actor británico exiae acortar 45 minutos una obra Dara interrIretarla

Enric González

Han pasado 35 años, pero la ira todavía permanece. John Osborne, autor teatral, y Peter O'Toole, primer actor, se han tirado los platos a la cabeza y el esperado estreno de la segunda parte de la obra Mirando hacia atrás con ira, titulada Déjá vu ha sido suspendido cuando sólo faltaba un mes para que se alzará el telón. En Déjá vu, Peter O'Toole que en la actualidad cuenta con 59 años de edad, debía volver a interpretar a Jimmy Porter, el joven misógino y airado, ahora convertido en un hombre de mediana edad. O'Toole, absolutamente identificado con e personaje, decidió tomarse muy en serio su participación en el proceso creativo. Y ya avanzados los ensayos propuso modificaciones en el texto de la obra Unos retoques que acortaban la duración de la obra en 45 minutos, nada menos, según fuente del Liverpool Playhouse, el teatro donde debía celebrarse el estreno.

John Osborne, un auto teatral de 61 años que no se distingue por su talante comprensivo, hizo al parecer un importante esfuerzo por satisfacer al actor y efectuó ciertas variaciones en los diálogos. Sin embargo, Peter O'Toole insistió en sus exigencias: quería la completa supresión de las escenas que no le gustaban. Tras un áspero intercambio de opiniones entre ambos, Osborne recogió sus papeles y se largó.

Un portavoz de Peter O'Toole afirmó que el actor"sigue entusiasmado con la obra" y que "de ninguna manera se ha peleado con John Osborne". Pero lan Kellgren, director artístico del Liverpool Playhouse, reconoce en una circular remitida a los abonados del teatro que O'Toole y Osborne mantienen "un grave desacuerdo" y que el actor "se ha retirado de la obra, haciendo imposible la prevista representación".

Para el Liverpool Playhouse, la suspensión de representación de la obra supone un duro golpe. Se trata de un teatro con problemas financieros para el cual DéJá vu, un éxito de público asegurado, constituía una auténtica tabla de salvación. Había vendido entradas por adelantado por un importe cercano a los tres millones de pesetas, que han empezado a ser devueltas.

Tras el incidente, Déjá vu empieza a convertirse en una obra maldita. El primer teatro al que fue ofrecida, el Royal Court de Londres, la rechazó -algo sorprendente, teniendo en cuenta la identidad de autor y protagonista- y la presente situación hace muy difícil que pueda escenifícarse en un futuro próximo, de acuerdo con personas allegadas a John Osborne.

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