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Manzanares y la esgrima

Domínguez / Manzanares, Varin, Ponce

Toros de María Luisa Domínguez, gordos y sin chispa. No se cayeron. José Mari Manzanares: pinchazo hondo, pinchazo y media (pitos), bajonazo alevoso, recibiendo (oreja).

Patrick Varin: media perpendicular y estocada (palmas); tres pinchazos y estocada (pitos). Enrique Ponce: pinchazo y estocada tendida perdiendo la muleta (vuelta); estocada caída y descabello (oreja). Plaza de Las Arenas, 19 de septiembre. Segunda corrida de la Feria de la Vendimia. Tres cuartos de entrada.

Lleva Manzanares más de 20 años viendo toros, y desde hace mucho sabe verlos venir y sacarlos partido sin poner él la carne en el asador. En Nimes le salió un búfalo de 702 kilos, y Manzanares supo en un plisplás que el peso no siempre se alía con la velocidad, así que aprovechó para tirar líneas y fingir que el toro -al que había dejado que le dieran leña en varas- no valía. Le pitaron, y él alzaba la voz: "Je, toro", como en plan importante, pero el toro le desarmó. Macheteo indolente, y otro bicho al talego.Como es consumado esgrimista, en su segundo planeó encandilar al público. Juntó los pies en el capoteo, dio chicuelinas y una estupenda media verónica y completó una faena llenita de medias verdades: descargaba la suerte... pero iba despacio y prosopopéyico; citaba fuera de cacho, pero ponía rictus de figura. Terminó con un zapatillazo que imitaba a un citar recibiendo, y el bajonazo reveló que cuando deje de ser esgrimista puede dedicarse a la carnicería.

El lyonés Patrick Varin se toma su tiempo y sensatas precauciones. Su primero tenía un cuerno bizco cuando salió de chiqueros, pero paulatinamente la bizquera fue convirtiéndosele en pendulancia, y encima le estrellaron tres veces contra el burladero. Varin, desangelado, confundía torear con correr para ponerse en el camino del semiastado. En su segundo al diestro se le aturullaron las ideas y acabó tan flagrantemente soso que los pitos fueron inevitables.

A Enrique Ponce la embestida corta de su primero le afligió y el de Chiva pareció conformarse con exhibición de más que notable técnica, sobre todo en dos derechazos ceñidos, naturales aseados y el abaniqueo final. En el último, denotó mayor gusto, y mostró una de sus mejores virtudes, la de dar la distancia. Abrió bien el compás y ligo las tandas con variados recursos. Sigue necesitando lecciones de matar. Pero que no mire a Manzanares.

Triunfo de Joselito

Joselito tuvo ayer un gran triunfo en la quinta corrida de la Feria de Valladolid, en la que toreó mano a mano con César Rincón y cortó tres orejas, informa Efe. Hubo lleno.

Cuatro toros de Branco Nuncio, chicos y flojos; segundo de Mercedes Pérez Tabernero, bravo, y sexto, sobrero de Carlos Núñez, difícil. César Rincón, ovación, silencio y ovación. Joselito, dos orejas, oreja y ovación; salió a hombros.

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