_
_
_
_
_

El Madrid venció sin grandes alardes

El Real Madrid consiguió su objetivo en Bratislava: encarrilar la eliminatoria con un triunfo. El tanto de la victoria llegó cuando la derrota rondó con mayor intensidad la portería madridista ante el acoso continuo del Slovan. El gol del triunfo se produjo en los instantes en que el conjunto español daba por bueno el empate. El Madrid se encontró con una ventaja que le costó más trabajo del esperado,El Madrid inició el partido según la consigna de su entrenador, Radomir Antic. Impuso su ritmo en el juego y demostró su autoridad y la categoría de sus estrellas. El Slovan se limitó a responder con la presión y la agresividad, pero su inferioridad era manifiesta. Michel transformó un penalty e hizo justicia a la superioridad del equipo español. La ventaja invitó a los madridistas al conformismo y a sus rivales a probar que eran capaces de tutear al Madrid. Llegaron entonces los apuros. El Slovan agobió el centro del campo madridista y puso a prueba a la defensa blanca. Fue apenas un cuarto de hora que culminó Timko con un disparo al poste de la portería de Buyo en el minuto 30. La suerte se vistió de blanco y los hombres del Slovan se sintieron traicionados por su falta de fortuna.

Más información
El Barça golea al Hansa jugando a medio gas
El Atlético impuso su experiencia ante el Fyllingen
Importante ventaja del Sporting ante el Partizán

A partir del penalti, el Madrid renunció a crear ocasiones de peligro. Se limitó a congelar entre sus numerosos centrocampistas con buen orden y alguna que otra filigrana técnica. Butragueño se aburrió solo en una delantera vacía de compañeros.

Fue en el segundo tiempo cuando el Madrid sufrió un gran acoso desde el primer minuto de este periodo. En la primera jugada de esta parte el recién salido Gostic tuvo el empate en sus botas. Seis minutos después fue Timko el que desperdició otra oportunidad. El portero madridista anuló la tercera ocasión con una gran parada a disparo de cerca de Kristofik. El Slovan ,no perdonó su cuarta tentativa. La igualada dio alas al conjunto checoslovaco. Lo poco que quedaba del Real Madrid fue borrado del campo.

Cuando el conjunto madridista pretendía mantener la igualada, llegó el gol de la victoria en una de las pocas jugadas que hasta entonces logró hilvanar Butragueño. Luego llegó la calma, y con ella el cansancio de los hombres del Slovan. Esta situación coincidió también con las mejores ocasiones del Madrid. La puntilla pudo ser un tercer tanto, que el árbitro anuló a Prosinecki por fuera de juego.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_