Críticas al programa sobre la caída de Thatcher

La emisión del docudrama televisivo Thatcher, los últimos días, que pretendía reflejar cuáles fueron realmente las causas de la caída de la ex primera ministra británica, ha suscitado una iracunda reacción entre los auténticos protagonistas de aquellos acontecimientos políticos. El programa, emitido el miércoles por la noche a través de las emisoras independientes y producido por Granada Television, parece haber irritado especialmente a Margaret Thatcher y su entorno. Aunque ella guarda silencio, su antiguo secretario de prensa, Bernard Ingham, declaró ayer que tanto el guión como los personajes resultaban "risibles", y que él no hubiera trabajado ni cinco minutos para una señora "estirada, encorsetada, mandona y sin sentimientos" como la que apareció en televisión, interpretada por la actriz Sylvia Syms.

John Gummet, ex ministro de Agricultura, aparecía como un personajillo débil y llorón. Michael Heseltine, que disputó el liderazgo conservador a la primera ministra y es actualmente ministro de Medio Ambiente, fue mostrado como un hombre ambicioso y manipulador de la prensa: decía a los periódicos que tenía 120 votos asegurados, cuando sólo disponía de 100. Un antiguo colaborador suyo declaró ayer que Ias mentiras" del docudrama merecían una inmediata querella. A John Major, actual primer ministro, se le concedía un papel muy secundario en la crisis.

La tesis en la que se basaba el docudrama señalaba un exceso de confianza de los colaboradores de Thatcher como causa directa de su caída, al suponer erróneamente que nadie en el Partido Conservador podía atreverse a disputarle el liderazgo tras vencer en tres elecciones con mayoría absoluta.