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Lech Walesa llama a librar la batalla contra las fuerzas poscomunistas polacas

El presidente polaco, Lech Walesa, pidió ayer a sus correligionarios que formen "un movimiento cívico" para contrarrestar la ofensiva de las fuerzas poscomunistas que "se organizan y se consolidan". En respuesta a su llamamiento, los seguidores del mandatario, reunidos ayer en Varsovia en una conferencia sobre la corrupción en el Estado, decidieron iniciar los preparativos para la creación de la Plataforma Cívica Electoral, que contará con el apoyo presidencial en la campaña para las generales de octubre.

El mensaje de Walesa se interpreta como el primer preparativo del presidente para la campaña electoral, que se basará en los ataques contra el Parlamento y la antigua nomenclatura comunista, apoyada, según Walesa, por sus antiguos aliados que ahora están próximos a Tadeusz Mazowiecki y su Unión Democrática. De esta manera, Walesa desea capitalizar el creciente malestar social y encabezar de nuevo, aunque no de forma oficial, un movimiento de los descontentos. La caída de la popularidad de Walesa en siete puntos en apenas un mes y de la Coordinadora del Centro -un partido que es el principal aliado del presidente- le obliga a buscar alianzas con otros sectores de la sociedad. Así, en la conferencia de ayer, organizada por la Coordinadora del Centro, estaban presentes algunos destacados miembros del sindicato Solidaridad, así como representantes de Silesia y de Lodz, las dos regiones más afectadas por la crisis economica. De esta nueva coalición electoral formarán parte también la gran mayoría de los Comités Cívicos, que arrasaron en 1989 en las primeras elecciones legislativas.El líder de la Coordinadora del Centro, partido que se autodefine como democristiano, Jaroslaw Kaczynski, presentó ayer ante los representantes del nuevo bloque electoral las principales coordenadas de su política y los lemas de la campaña electoral. Kaczynski advirtió sobre la descomposición del Estado polaco provocada por la política de Tadeusz Mazowiecki, en la que "se han tomado en cuenta los intereses de los comunistas". Esto permitió, según el colaborador de Walesa, la permanencia en el aparato del Estado de mucha gente del antiguo régimen que se está apoderando de "mucho dinero" y creando "centros informales de decisión". Para poner fin a estos fenómenos, Kaczynski propuso, en medio de ovaciones, acabar con el "dogmatismo democrático" y "la tolerancia con el mal", y crear "un fuerte centro del poder en tomo al presidente".

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