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El 'recordman" del trial

Jordi Tarrés lleva más triunfos que nadie, 34, en el Campenato del Mundo

Hace unos años, cuando empezaba a competir, representantes de una marca japonesa de motos le vieron entrenarse, entendieron que iba para campeón y le propusieron trasladarse a Japón. Jordi Tarrés dudó, pero no aceptó. Quería correr el Campeonato del Mundo de trial y, si podía, ganarlo. Ahora, a los 24, ya lo ha conseguido tres veces. Sólo le falta un cuarto título para ser el mejor de todos los tiempos. De momento, en Viella (Lérida), logró el domingo su 34º triunfo y superó el récord del belga Eddle Lejeune.

Tarrés ha perdido la cuenta de las pruebas en que ha participado, pero calcula que han sido unas 65. "Más o menos, estoy al 50% de victorias. La primera que dispute fue la de España, en 1985, en Peramola (Lleida). Conseguí puntuar". Debió de ser una premonición porque sus victorias casi se han convertido en mera rutina.La cifra de 34 triunfos, en seis años, no es precisamente fácil de alcanzar. El francés Alain Prost, el piloto de la Fórmula 1 con más primeros lugares, ha logrado 44 en 12 y con más de 170 grandes premios en su haber. Pero Tarrés, modesto, resta importancia a su récord: "Es bonito, pero no me quita el sueño. Mi objetivo actual es superar la marca de títulos mundiales de Lejeune, que también ganó tres".

Con unos cien competidores en cada uno, los triales no son paseos militares para Tarrés. El barcelonés de Rellinars ya no tiene un único gran rival, el francés Thierry Michaud, con el que sostuvo duelos espectaculares: "Ha sido el más duro y me arrebató el éxito absoluto de 1988 en Polonia. Al final, me dijo: 'estaba convencido de que tú serías el ganador'. Le respondí: 'yo, también". Las cosas han cambiado. Tarrés ya domina psicológicamente: "Además de la técnica, es muy importante la cuestión mental y la experiencia. Con Michaud estaba más igualado. Los otros sienten un excesivo respeto hacia mí". Un secreto suyo es que se desplaza a los escenarios un día antes de lo habitual para entrenarse y conocerlo: "Casi ninguno lo hace".

Ha pasado bastante tiempo desde que dejó la bicicleta, su afición preferida, para pasarse al trial. Jamás tuvo un ídolo y siempre lo hizo todo a su manera: "Creo que aún puedo estar tres o cuatro años en el trial porque soy muy joven. El problema será cuando lleguen otros y me derroten varias veces. Quizá me pase entonces a los coches". "Mis títulos han sido muy buenos para este deporte en España. Pero hay que construir más instalaciones permanentes para fomentar la afición", añadió. De todos estos años, sólo extrae cosas positivas, incluso en la práctica deportiva. -He madurado y ahora sé por qué hago cada cosa. Por ejemplo, me he vuelto más profesional y entreno mejor, aunque nunca cuando estoy en casa entre carrera y carrera". Lo que no ha conseguido es dejar de ser la persona más popular de su pueblo, Rellinars, aunque promete que no se le ha pasado por la cabeza presentarse para alcalde.

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