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Crecen las mayorías absolutas

El PSOE puede aumentar sus cuotas de poder, aunque haya perdido mayorías relativas en numerosas ciudades

Tanto en las comunidades autónomas como en los ayuntamientos ha aumentado el número de mayorías absolutas, en parte inducidas por la ventaja electoral de que gozan los presidentes y los alcaldes salientes. La dispersión del voto del CDS es el principal factor del éxito del PP; pero, como se señala en este trabajo del Equipo de Análisis Político de la Universidad Autónoma de Barcelona, el PSOE puede aumentar sus cuotas de poder gracias a sus múltiples posibilidades de pactos con otros partidos y a ciertos aspectos de las reglas de elección.

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Las motivaciones del voto en unas elecciones locales tienen más que ver con la personalidad del candidato a alcalde que con una identificación genérica del elector con un partido, puesto que ésta suele ser muy baja en España en todo tipo de elecciones. Por otra parte, los recientes comicios parecen haber acentuado el carácter retrospectivo del voto, decidido más como una evaluación de la gestión realizada por el candidato saliente que como una señal de confianza en las promesas programáticas de futuro. Por ello parece lógico que un gran número de alcaldes salientes hayan obtenido el mayor número de votos en su ciudad, aun en los casos en que han cambiado de partido con respecto a 1987, como en Burgos, Palencia, Vitoria y Ceuta, o hubieran llegado al cargo tras una moción de censura, como en Jaén, Tarragona y Lérida. Siguiendo la misma lógica, en varios casos significativos en que el partido del alcalde saliente ha cambiado de candidato, el nuevo ha obtenido unas pérdidas mayores o unas ganancias menores que la media del partido, como en Madrid, Sevilla y Palma de Mallorca.

Grandes municipios

En conjunto, en los 70 grandes municipios (capitales de provincia y ciudades con más de 100. 000 habitantes) ha aumentado el número de mayorías absolutas con respecto a 1987. El PSOE ha pasado de 14 a 15, mientras que el PP ha saltado de una a cinco; IC, PA y AIC conservan una cada uno, y CiU obtiene una por primera vez; sólo el CDS ha perdido la única que tenía. ,

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Sin embargo, estas observaciones sobre elementos de continuidad y estabilidad no deberían ocultar el número relativamente elevado de cambios en el signo partidista de las listas más votadas, que en conjunto parece haber sido Favorable el PP. Así, el PSOE, que en conjunto ocupa la primera posición en seis casos menos que en 1987, ha visto como su condición de partido más votado le ha sido arrebatada por otro partido en 14 casos (en dos de los cuales tenía mayoría absoluta).

El PP, en cambio, globalmente ha pasado de ser el más votado en ocho ciudades a serlo en 20, aunque ha perdido la primera posición en seis ciudades en las que antes la ocupaba. También en cinco de las 12 ciudades en que un partido nacionalista o regionalista tenía la primera posición, ésta ha pasado a manos del PP (4) o el PSOE (1). IU y el CDS han dejado de ser la lista más votada en una ciudad cada uno. Ha habido, pues, sobre 70 casos, 28 cambios de mayorías, que han pasado del PSOE al PP y a los nacionalistas; del PP, del CDS y de IU al PSOE, y de los nacionalistas y regionalistas al PSOE y al PP.También en los parlamentos autonómicos hay ahora más mayorías ab solutas que en 1987. El PSOE ha revalidado las tres que tenía y les ha añadido la Comunidad Valenciana, mientras que el PP ha pasado de cero a dos. Casi todas las candidaturas de los partidos de los presidentes salientes han sido las más votadas, incluso cuando ha cambiado el candidato, como en el caso del PSOE en Asturias y el PP en Castilla y León, y aunque el presidente saliente hubiera llegado a serlo tras una moción de censura en el último tramo de la legislatura, como en los casos del PSOE en La Rioja y en Canta bria.

La única excepc, ón a esta gene: ralizada ventaja electoral de las posiciones de poder es la del presidente del CDS de Canarias, también aupado al cargo durante la legislatura, aunque es muy significativo que haya sido precisamente éste el único caso en que, en contraste con su declive general, este partido haya retenido un porcentaje muy alto de sus votos anteriores y siga siendo, como hace cuatro años, el tercero más votado en aquella comunidad.

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