_
_
_
_
_

Fernando Lozano, herido grave, no podrá torear el día 22 en Las Ventas

El percance que sufrió Fernando Lozano en su sexto toro, del que fue operado durante más de media hora en la enfermería por el doctor García Padrós, recibió el pronóstico de grave, por lo que le impedirá cumplir su siguiente compromiso en el abono, el día 22, con toros de Murteira.El diestro entró ya en la enfermería con la obsesión de no perderse esa corrida, y fue lo primero que le comentó a García Padrós. Tras la exploración de las heridas y antes de ser anestesiado para la intervención quirúrgica volvió a inquirir: "¿Podré torear el día 22, verdad?.". El médico le tranquilizó: "Es posible, bueno, ya verernos, ya veremos", mientras el rnozo de espadas, Antonio Suárez, salía del quirófano con las medias del diestro y la taleguilla ensangrentadas".

La operación fue presenciada por Eduardo Lozano, empresario del coso y tío del diestro. El novillero Luis Manuel Lozano, hermano de Fernando, sus tíos José Luis y Manuel, y su cuadrilla, permanecían en la antesala de la enfermería. Pablo Lozano, padre del herido, no asistió al festejo, contra su costumbre y fue informado telefónicamente: "Debe haber intuído algo", señaló José Luis. En un principio se pensó que podía ser sólo un puntazo, pero a los 10 minutos de operación salió un momento Eduardo Lozano y dijo: "Le ha atravesado el muslo". La cornada, según el parte facultativo, tiene dos trayectorias; una de 10 centímetros, que produce destrozos en músculos abductores, y otra subcutánea, de 15 centímetros, con orificio de salida.

Al Finalizar la intervención, tras la cual el diestro fue trasladado a una clínica madrileña, García Padrós, dijo que está descartado que reaparezca el día 22 y no quiso pronunciarse sobre si podrá hacerlo el 27, en cuyo cartel también figura.

La decepción del ganadero

Gabriel Aguirre, propietario del hierro anunclado ayer, presenció la corrida desde el tendido tres, donde manifestaba su decepción por el juego de los toros, aunque creía que algunos habían estado por encima de los toreros. "La corrida no ha salido como confíaba", decía, "pero fue variada y algunos toros pudieron servir para el lucimiento, pero sus matadores, molestos también por el aire, no parecían tener su día". El ganadero vio muy desconfiado y sin recuperarse psiquicamente de su cornada en Sevillla a Niño de la Capea. A Lozano creía que se le escapó su primer enemigo, al que calificaba de toro de bandera: "El chico está un poco bajo este año". Durante la lidia del sexto proclamó repetidas veces que debía tener cuidado con su pitón derecho, con el le que corneó.

Aguirre estimaba que Joselito debió acoplarse antes con el quinto, protestado por el público y sobre todo por un sector del tendido siete. "Es injusto, porque el toro es de trapío suficiente para Madrid y ha pasado el reconocimiento con el veterinario más duro, Manuel Sanz".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_