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Bush pide una baja global de los tipos de interés tres días antes de la reunión del G-7

Victoria Carvajal

El presidente de Estados Unidos, George Bush, pidió ayer una reducción generalizada de los tipos de interés en las economías del mundo, tres días antes de la reunión del Grupo de los Siete países más industrializados (G-7). Esta propuesta contradice el punto de vista expresado el martes pasado por el director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Michael Camdessus, que advirtió sobre el peligro inflacionario si se bajan en exceso los tipos.

"Queremos ver bajar los tipos de interés, incluidos los nuestros" manifestó ayer Bush tras una reunión con el ex primer ministro japonés Noboru Takeshita. EE UU insta así al resto de las economías mundiales a acompañarle en su relajación de la política monetaria. La razón: la preocupación y prioridad de EE UU es reactivar su recesiva economía, por encima de un repunte inflacionario incluso, como ya ha manifestado recientemente el secretario del Tesoro, Nicholas Brady.Por su parte, la Reserva Federal, banco central estadounidense, se ha mostrado reticente a continuar bajando los tipos por miedo a que se produzca un repunte de la inflación.

Su presidente, Alan Greenspan, declaró hace escasos días que la economía del coloso americano tardará más de lo esperado en recuperarse y que había que ser cauteloso con la relajación monetaria para no caer en un proceso de estanfalción (fenómeno consistente en aumento de la inflación con estancamiento económico).

Asimismo, la petición de Bush se contradice con las recomendaciones que el director del FMI hizo cuando el miércoles pasado presentó al informe de las perpectivas económicas mundiales en los próximos años. Camdessus se mostró preocupado por las presiones inflacionistas que puede ejercer una baja generalizada de los tipos. "El crecimiento económico es una preocupación básica ahora más que nunca, pero no hay que perder de vista ni un segundo la inflación, que todavía es muy alta entre las naciones industrializadas", declaraba.

Negativa alemana

Alemania, inmersa en un costoso proceso político y económico de unificación, no tiene intención de relajar su política monetaria. El presidente del Bundesbank, banco central alemán, Otto Karl Pöhl, declaró al diario británico Financial Times que en los planes del banco no cabía un recorte en los tipos de interés. "Cualquier llamamiento para que Alemania recorte sus tipos de interés es difícil de entender para nosostros", manifestó.

Pöhl puntualizó que si el resto de las economías necesitaban medidas expansionistas para recuperarse, Alemania corría el riesgo de caer en un proceso de recalentamiento si actuaba en esa línea.

Además, el presidente del Bundesbank señaló que rebajar los tipos tendría un efecto contrapoducente porque debilitaría la confianza en el marco. "Sí relajaramos la política monetaria, y esto tuviera un efecto en el marco, el resultado sería que los tipos en Alemania no serían más bajos sino todo lo contrario, bastante más altos", señaló.

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