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El nuevo vicepresidente estima que debe contar con más medios y un equipo más amplio en Moncloa

El nuevo vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, considera que debe contar con más medios y un equipo más amplio en su actividad en el complejo de La Moncloa. Serra despachó ayer con el jefe del Ejecutivo, Felipe González -como lo ha estado haciendo todos estos días-, y hoy presidirá por primera vez la Comisión de Subsecretarios. Con González, según fuentes gubernamentales, habló sobre las repercusiones en el PSOE del reciente reajuste del Gobierno, cuyos miembros tomaron ayer posesión de sus nuevos cargos.

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Serra despachó también con el titular de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, para preparar la citada Comisión de Subsecretarios. El nuevo vicepresidente actuó ayer como tal a todos los efectos, una vez que prometió su cargo ante el Rey en el palacio de la Zarzuela. El lunes pasado, no obstante, ya intervino de hecho en esa función porque se reunió con los cinco ministros cesados del anterior Gabinete. Almorzó con Jorge Semprún, ex ministro de Cultura, y cenó con los otros cuatro.Ayer se desconocía si Serra había mantenido en las últimas horas alguna reunión informativa con el ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, quien dimitió el pasado 12 de enero, si bien hace 10 días Guerra recibió en su despacho de vicesecretario general del PSOE a quien ahora es su sucesor en el Gabinete.

Respecto a repercusión del reajuste entre los socialistas, destacados dirigentes del partido juzgan la composición del Ejecutivo más en función de la ausencia de Alfonso Guerra que por las características de sus nuevos integrantes. Carmen García Bloise y Salvador Clotas -miembros de la Comisión Ejecutiva Federal- coincidieron ayer en resaltar que ahora no existe el "vínculo" que había entre partido y Gobierno a través de Guerra.

Transcurridas 24 horas desde que destacados miembros del Grupo Parlamentario Socialista acogiesen con frialdad la composición del nuevo Gabinete, dirigentes del PSOE invocaron la ausencia de Guerra en el Ejecutivo para señalar que el modo de funcionamiento entre partido y Gobierno no puede ser el mismo. Salvador Clotas declaró a Europa Press que "el hueco dejado por Alfonso Guerra como vicepresidente del Gobierno hará que las relaciones entre el partido y el Gobierno no sean las mismas". Clotas justificó esta afirmación por Ias especiales circunstancias que concurren en la personalidad del vicesecretario general, que hacen que el hueco no se pueda cubrir de la misma manera".

Carmen García Bloise, compañera de Clotas en la dirección socialista, afirmó que "existe resaca y mal sabor de boca porque Alfonso Guerra no siga sentado al lado de Felipe González pero es sólo un sentimiento". García Bloise reconoció que actualmente "no existe un vincule orgánico como el que había Guerra, que era el puente".

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Carlos Solchaga, ministro de Economía, actuó ayer de hecho como padrino de los nuevos titulares de Obras Públicas y Transportes, José Borrel, y de Sanidad, Julián García Valverde, acudiendo a sus tomas de posesión en tanto que el vicepresidente, Narcís Serra, se limitó a asistir al acto de su sucesor en Defensa, Julián García Vargas.

Promesa

Los seis nuevos miembros del Gobierno, así como el vicepresidente, Narcís Serra, prometieron sus cargos como ministros -ninguno utilizó la fórmula del juramento- ante los Reyes y el presidente, Felipe González. La ceremonia comenzó, con absoluta puntualidad, a las 9.30 y duró unos 15 minutos. Desde su llegada al palacio de la Zarzuela, Serra mostró una amplia sonrisa.El nuevo vicepresidente acudió ya a la toma de posesión con el Mercedes que solía utilizar Alfonso Guerra y ocupó su despacho en Moncloa.

Los nuevos ministros pronunciaron correctamente la fórmula protocolaria, con la mano extendida sobre un ejemplar de la Constitución de 1978, pero quien sufrió un lapsus fue el jefe de protocolo, quien citó como ministro de Sanidad a Julián García Vargas, antiguo responsable de este departamento ministerial, en vez de nombrar a Julián García Valverde.

El destituido ministro de Justicia, Enrique Múgica, no acudió a la ceremonia de presentación de su sucesor, Tomás de la Quadra-Salcedo.

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