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El Cádiz desbordó a los reservas del Madrid

Los suplentes del Madrid se vieron ayer apabullados por el trabajo realizado por el Cádiz, equipo que supo sacar provecho de tanta ausencia para conseguir su primera victoria sobre el Madrid desde que hace ocho años consiguiera su último ascenso a la Primera División.El encuentro retrató, además, el infortunio que parece rodear al yugoslavo Spasic, con el que Di Stéfano sólo cuenta para partidos que considera de menor trascendencia. Spasic fue el autor de los dos penaltis sancionados contra el Real Madrid, uno de ellos detenido por Buyo, que volvió a defender la portería madridista ante la ausencia de Jaro.

A la vista de las pocas posibilidades de su equipo en el Campeonato de Liga y ante el compromiso del miércoles en Moscú frente al Sparta en Copa de Europa, Alfredo Di Stéfano dio descanso a Chendo, Butragueño, Hagi, Michel y Gordillo. La desmotivación del Madrid contrastaba con la desesperada situación del Cádiz, necesitado de puntos para abandonar el farolillo rojo de la clasificación que hasta ayer compartía con el Betis.

El Cádiz salió así muy motivado al terreno de juego y desde el comienzo del partido realizó un meritorio trabajo de desgaste en el centro del campo, donde la presión y el sentido de la anticipación acentuaron más aún si cabe la apatía de los jugadores madridistas. El trabajo cadista se vio además favorecido en la primera jugada del encuentro, en la que Spasic derribó a Jose originando el penalti gracias al cual el Cádiz conseguiría el gol de la victoria.

El trepidante comienzo desorientó a los jugadores del Madrid y en esta fase el Cádiz tuvo oportunidad de sentenciar el marcador a través de un cabezazo de Bernardo que Buyo sacó en la misma línea de gol.

El reaparecido portero madridista tuvo aún oportunidad de salvar nuevamente a su equipo en una espectacular parada a un tiro a bocajarro de Jose buscando el ángulo superior izquierdo de la meta madridista (m. 65).

Durante la mayor parte del encuentro, ante el paulatino desfondamiento de los jugadores cadistas, sobre el Ramón de Carranza planeó la sombra de remontadas anteriores del Madrid en este escenario. Una de ellas, la protagonizada en el debú de Butragueño hace seis años, hizo que ayer parte de las expectativas del encuentro estuvieron centradas sobre el joven Alfonso. Pero éste, como casi todos sus compañeros, anduvo perdido sobre el césped gaditano.

A la mediocridad del partido también se apuntó el colegiado Vico Díaz, que en el segundo tiempo protagonizó un recital de tarjetas. En sólo tres minutos enseñó la amarilla al entrenador del Cádiz y a Jose, y expulsó a Sanchis por insultar al jugador del Cádiz tras la falta que le valió a éste la cartulina. En el último minuto el Cádiz disfrutó de la mejor oportunidad para redondear el marcador, tras cometer Spasic un nuevo penalti sobre Dertycia, esta vez más dudoso que el anterior. El afortunado Buyo, sin embargo, rechazó el lanzamiento de Barla.

La derrota del Real Madrid consuma el pobre rendimiento que el equipo está obteniendo en el presente campeonato de Liga. El próximo miércoles, en Moscú, contra el Spartak, disputará un encuentro decisivo para sus aspiraciones en la presente temporada. Sin embargo, los dos puntos desperdiciados ayer en el Ramón de Carranza deberán recordar a los hombres de Di Stéfano que no pueden permitirse el lujo de frivolidades sí quieren garantizar su presencia en Europa la próxima campaña.

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