EE UU, complacido con sus aliados
La discusión sobre el actual grado de participación en la guerra del golfo Pérsico de los diferentes países que componen el frente antiiraquí, entre ellos España, no ha quedado cerrado en el seno del comando central de la Operación Tormenta del Desierto, a juzgar por las declaraciones efectuadas ayer por el secretario de Defensa, Richard Cheney, en la conferencia de prensa de Riad. El alto funcionario norteamericano manifestó que cualquier discusión sobre lo que puede hacer en la guerra cada país coligado y cuándo lo podrá hacer está en manos del general Norman Schwarzkopf y el mando de las fuerzas integradas en el ejército multinacional.El titular de la cartera de Defensa del Gobierno estadounidense respondía así a una pregunta que tras aludir a la previsible escalada ofensiva en la contienda y su cambio de rumbo recababa información respecto a si Estados Unidos estaba considerando un replanteamiento del papel jugado en estos momentos por los países de la alianza. "Estarnos complacidos con la participación de nuestros aliados, que llevan a efecto diferentes misiones, despliegan diferentes fuerzas y sus liderazgos mantienen diferentes interpretaciones políticas sobre su posibilidad de participación". En este sentido, recordó que algunas naciones han enviado barcos al Golfo para participar en el embargo, otras han colaborado con apoyo económico o con el despliegue de tropas en posiciones defensivas y otras lo han hecho en las propias operaciones ofensivas.
Cheney precisó: "Yo dejaría en manos del general Schwarzkopf y de los otros mandos de las fuerzas de la coalición cualquier discusión sobre quién podría hacer qué y cuándo". En este punto agregó que, en líneas generales, su Gobierno está muy satisfecho con la colaboración de los países del frente contra Sadam.
