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Bush muestra su optimismo sobre la capacidad de reacción de EE UU a la actual recesión

Haciendo doblete en su mensaje triunfalista sobre el estado de la nación, el presidente de Estados Unidos, George Bush, prometió que la otra guerra norteamericana -la económica- también está en vías de acabar con una clara y pronta victoria. "Dejaremos esta recesión atrás y nuestra economía volverá a crecer pronto", dijo Bush en su discurso en el Congreso, la noche de¡ martes, interrumpido en 52 ocasiones por una enfervorizada audiencia.

"Hay razones para ser optimistas sobre nuestra economía", añadió el presidente, que calificó el actual periodo de recesión económica de Estados Unidos como "una interrupción temporal en la mayor etapa de expansión económica conocida en tiempos de paz". "Pero nuestra economía es todavía el doble que la de nuestros competidor más cercano", añadio.Justificando sus previsiones sobre una pronta recuperación económica, el presidente dijo que EE UU no tiene que enfrentarse a una inflación de dos dígitos, que la mayoría de las industrias no han tenido que hacer grandes recortes en su producción porque no tenían grandes existencias apiladas, y que las exportaciones mantienen un ritmo sólido y fuerte con cifras récords".

Como ejemplo de la capacidad de reacción de este país, el presidente recordó que desde 1981 se han creado casi 20 millones de puestos de trabajo "y hemos reducido a la mitad la tasa de inflación y los tipos de interés".

El presidente animó a los empresarios a centrar sus esfuerzos actuales en fomentar el crecimiento, "invirtiendo en el futuro y dando poder y oportunidades al individuo", y pronosticó que el acuerdo parlamentario para reducir el déficit público en cerca de 500.000 millones de dólares en cinco años, generará una importante bolsa para invertir crear nuevas inversiones.

Sin entrar en detalles concretos, Bush anunció que el nuevo presupuesto incluirá una serie de incentivos para el ahorro familiar, para el primer acceso al mercado inmobiliarlo y para el fomento del empleo. Y en un gesto "pacifista" hacia la oposición demócrata, Bush propuso la mediación del presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, para superar el duro contencioso político del impuesto sobre las plusvalías, que enfrenta a los republicanos y a los demócratas en el Congreso.

En referencia a otro tema de actualidad en la economía norteamericana, Bush anunció el envío al Congreso una serie de propuestas que incluyan una profunda reforma del sistema bancario "que lleve al sistema financiero norteamericano al siglo 21 ", y permita que "nuestros bancos permanezcan sanos y seguros". Bush cree que sobre el tema de la inestabilidad bancaria "ha habido un excesivo pesimismo". "Los bancos sólidos deberían estar concediendo ahora más créditos sólidos y los tipos de interés deberían ser más bajos", aseguró.

El mensaje de Bush hizo una llamada también a la competitividad, como piedra angular del sistema económico de este país. "Tenemos que reconocer que nuestro poder económico depende de nuestra capacidad de ser competitivos en los mercados mundiales. Tenemos que seguir aumentando las exportaciones norteamericanas", añadió el presidente, quien pronosticó que un buen acuerdo en las negociaciones de la Ronda Uruguay del GATT, sobre la liberalización del mercado mundial, "crearía mas trabajos reales y mas progreso real en todas las naciones".

El presidente no hizo ninguna referencia al impacto de la Guerra del Golfo en la economía norteamericana, ni apuntó la posibilidad de que el conflicto hiciera necesario acudir a un impuesto de guerra, algo que tendría una fuerte contestación política entre los contribuyentes.

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