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GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

Una guerra barata para EE UU

En los últimos días, los países aliados más ricos han anunciado la concesión de unos 45.500 millones de dólares (más de 4,5 billones de pesetas) en nuevas aportaciones para financiar la guerra del Golfo. Primero fue el Gobierno japonés, anunciando una partida de 9.000 millones de dólares; luego, Alemania, con 5.500 millones; después, el Gobierno de Kuwait en el exilio, con un cheque de 13.500 millones de dólares. Y el pasado fin de semana, Arabia Saudí, con otros 13.500 millones.La respuesta a la petición norteamericana, hecha la víspera de la reunión del Grupo de los Siete, celebrada en Nueva York los pasados 20 y 21, no se ha hecho esperar. Y, tal como anunció el secretario del Tesoro, Nicholas Brady, Alemania y Japón anunciaban casi inmediatamente sus nuevos compromisos.

Con esos 45.500 millones de dólares estaría financiada, en teoría, buena parte de la guerra si no durara más de dos meses. Según las estimaciones de los analistas militares y de diversos parlamentarios norteamericanos, los costes de la guerra se estiman entre los 500 y los 750 millones de dólares diarios. En caso de que el conflicto se prolongara, serían necesarias nuevas contribuciones financieras.

Los cálculos de la Oficina Presupuestaria del Congreso norteamericano contemplan dos escenarios económicos para la guerra: 28.000 millones de dólares si durara un mes, u 86.000 millones de dólares si se prolongara seis meses. Por su parte, el jefe del gabinete de la Casa Blanca, John Sununu, calculó en unos 15.000 millones de dólares lo que costará a EE UU su parte de los 40.000 o. 50.000 millones de dólares que costará la guerra. Una cifra que, distribuida entre los 250 millones de norteamericanos, tocan a 60 dólares por cabeza. Según los cálculos de Sununu, hechos en la cadena de televisión ABC, el despliegue de las fuerzas norteamericanas y aliadas en la península Arábiga desde el pasado agosto hasta el comienzo de la guerra, el 16 de enero, supuso unos gastos de 10.000 millones de dólares, de los que EE UU pagó 2.000, millones. Sununu confirmó que los aliados se habían comprometido a aportar 45.000 millones de dólares, y añadió que unos 10.000 habían sido destinados a ayudar a los países de las regiones más pobres afectadas por la guerra, Egipto, Turquía y Jordania.

Los nuevos cheques de los países aliados más ricos anunciados en los últimos días tienen también un mensaje político tranquilizador dirigido al contribuyente norteamericano, al que se le está asegurando que no habrá impuestos especiales por la guerra, sino que se irá pagando proporcionalmente entre los países aliados, según sus posibilidades económicas. Algunos parlamentarios de Capitol Hill ya habían advertido que los gastos de la guerra deberían ser compartidos equitativamente. "La auténtica prueba sobre el nuevo orden internacional la vamos a ver en esta guerra", dijo el presidente del Comité Presupuestario de la Cámara, León Panetta (demócrata por California). "Si el 95% del esfuerzo militar y el 95% de los gastos corren a cargo de Estados Unidos, ese nuevo orden internacional será más un mito que una realidad", añadió Panetta, que ha sugerido que el coste de la guerra se determine por una fórmula basada en el potencial económico de cada país y en función de los beneficios derivados de impedir que Sadam Husein controle el petróleo de la región".

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