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Cantabria tiene una deuda de 70.000 millones, según su presidente, Jaime Blanco

Cantabria tiene una deuda de 70.000 millones de pesetas, según reconoció ayer su presidente, Jaime Blanco, al cumplirse el primer mes de la toma de posesión del Consejo de Gobierno, integrado por socialistas, populares, centristas y regionalistas. Blanco precisó que no había exagerado cuando, antes de presentarse la moción de censura socialista contra Juan Hormaechea, mostró su resistencia a "administrar el caos".Blanco, que se refirió a los presupuestos que se presentarán este mes en la Asamblea Regional, manifestó que existe la decisión de frenar el endeudamiento de la comunidad autónoma, que evaluó en unos 70.000 millones de pesetas (unos 20.000 más de los presupuestos anuales).

La tesorería de la comunidad autónoma quedará resentida para los próximos dos o tres años, pero, según el presidente cántabro, no se verán afectadas las inversiones en marcha y ya comprometidas. En cambio, la pretendida austeridad sí se dejará sentir en la redacción de nuevos proyectos que el Gobierno tenía, señaló.

"El margen de maniobra para nuevas inversiones es muy escaso", agregó, "y así se lo hemos hecho saber a la patronal y los sindicatos. Estamos obligados a recurrir a la imaginación. Es claro que no se pueden invertir 9.000 millones de pesetas cada año en carreteras, porque no los hay".

Blanco considera que se están cubriendo sucesivas etapas en pro de la normalización institucional en Cantabria, e insistió en algo que ya ha transmitido a los alcaldes que ha visitado estas semanas: el escrupuloso respeto del nuevo Gobierno regional para la autonomía municipal.

Blanco señaló que no había mantenido nuevos contactos con Juan Hormaechea tras la moción de censura presentada contra éste y que no proyecta encargar desde la Diputación encuestas sobre intención de voto, aunque sí sobre la problemática regional.

Respecto a las 2.500 primeras fichas de militantes del nuevo partido liderado por Hormaechea, logradas en sólo tres semanas, Blanco comentó: "Si eso es verdad me parecería una cifra sustancial, pero hay que saber el rigor con que se hace la adscripción de militantes, si se exige de los que llegan, como en el caso de nuestro partido, el aval de dos afiliados".

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