El mercado se vacía
Los primeros días del año están siendo pródigos en operaciones bursátiles a cambio convenido, realizadas al margen del mercado y en un clima de claro estancamiento del volumen de negocio. Los escasos paquetes de importancia que se mueven en los corros de Barcelona son consecuencia de trasiegos de acciones pactadas entre dos partes. Los inversores se quedan con la sensación de que no hay espacio para la operativa normal. En el mercado continuo falta también actividad, y las operaciones de picos o volúmenes bajos resultan la tónica general. Aplicaciones y tomas de razón pueden llevar al mercado a un vaciamiento progresivo, si no se regulan definitivamente estas operaciones. Mientras, en el parqué, los inversores deshojan la margarita de las últimas OPA. Las ofertas están siendo generosas si se comparan con los precios del mercado, pero existe la duda de cuándo y con qué fuerza vendrá la recuperación. No está el horno para bollos y las últimas ofertas de conversión de bonos se han saldado como el rosario de la aurora. El inversor prefiere la comodidad de la renta fija que optar por un canje caro. Algunas operaciones de envergadura como la de una cementera catalana se han cerrado con un fracaso.
