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Un exceso de libertad

Anabel Díez

El sistema de trabajo que han seguido los 1.200 delegados de Izquierda Unida ha sido plenamente asambleario lo que ha sido elogiado por muchos y considerado "excesivo" por otros que han visto en esta práctica un poso anarquizante. El resultado "de tanta libertad" para un nutrido grupo de delegados es que no se han enterado de parte de lo que ha ocurrido y se han visto sorprendidos por algunos de los asuntos aprobados y auspician que aún lo estarán más cuando se pasen a limpio las nuevas aportaciones.

El empeño de algunas delegaciones de que se consagrara en esta Asamblea la promoción del sistema de "república federal" para España topó con la barrera de la mayoría y en concreto con el secretario general del Pasoe, Alonso Puerta, que reivindicó su presencia en las Cortes constituyentes entre 1977 y 1979 para no apoyar acción alguna que fuera contra la Constitución de 1978. Al final, todos se quedaron más o menos contentos con hacer una referencia a la república solo en el terreno de los principios. La resolución aprobada señala que Izquierda Unida -trabajará en el horizonte republicano". Manuel Monereo, presidente de la ponencia y miembro del secretariado del PCE explicó que la concepción republicana "es un patrimonio moral e intelectual de la izquierda".

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Referéndum militar

Entre las resoluciones aprobadas destaca la intención de desempolvar el anuncio de hace dos meses sobre la puesta en marcha de un referéndum sobre el servicio militar. En este capítulo resultó rechazada una enmienda que pedía directamente la disolución de las Fuerzas Armadas.

La despenalización del aborto y su cambio por una legislación que lo permita de forma libre y gratuita obtuvo un absoluto consenso.

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Una resolución sobre el rechazo a la revisión del catastro que pretende el Gobierno se traducirá en una iniciativa legislativa que presentará el grupo parlamentario en el Congreso, según anunció la diputada Cristina Almeida.

La Comisión de Financiación de esta II Asamblea aprobó la obligatoriedad de que todos los cargos públicos de Izquierda Unida ingresen sus cuotas en la caja de Izquierda Unida y no en sus respectivos partidos como hacían hasta ahora.

Los dirigentes de Izquierda Unida creen que se han dado los pasos suficientes para garantizar los mínimos de coherencia organizativa que debe tener cualquier colectivo aunque dan por sentado que las dosis de libre albedrío no serán desdeñables.

Cristina Almelda aseguró que sería ocioso cualquier intento de control de unos sobre otros. "Sería imposible porque somos incontrolables", dijo mirando a Julio Anguita que acogió la referencia con una sonora carcajada.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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