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EL CONFLICTO DE ORIENTE PRÓXIMO

Regresan a Cartagena las primeras corbetas españolas enviadas al golfo Pérsico

Primero atracó la Cazadora. Minutos después, la Descubierta entraba en el puerto de Cartagena. Era el fin de "un mal sueño de verano", como definió ayer el padre de uno de los marineros el envío de ambas corbetas españolas, junto a la fragata Santa María, al golfo Pérsico.

Cuando el almirante jefe de la Zona Marítima del Mediterráneo terminó su discurso con un Bravo, zulú, los marineros y oficiales de ambas corbetas rompieron filas mientras la banda de música interpretaba Ganando barlovento. Aunque los familiares no escondían su alegría desde primeras horas de la mañana, las escenas más emotivas se produjeron cuando los 275 hombres de ambas corbetas bajaron por fin a tierra.Desde los barcos, otros marineros con menos suerte veían el regocijo ajeno. La mitad de la tripulación permanecerá de guardia hasta que se reincorpore el primer turno de permiso.

La mayoría de los marineros de esta primera flotilla regresó contenta. A juzgar por sus comentarios, para casi todos había significado una experiencia que valía la pena conocer.

Ayer nadie se acordaba de las escenas de tristeza que se registraron en el mismo puerto el día que las corbetas salieron de España, el pasado 26 de agosto. Ni de las críticas vertidas por la decisión de enviar al conflicto del Golfo Pérsico mozos de reemplazo. Sólo lo recordó el almirante jefe en su discurso de bienvenida a los marineros, y fue para calificarlas de "injustas".

Algunos marineros enseñaban los regalos comprados en Egipto mientras otros comentaban en voz baja lo complicado que resulta "acercarse a una mora". Los padres miraban orgullosos a sus hijos cuando éstos relataban los cuatro días que permanecieron en situación de alarma ante el temor de un ataque aéreo por parte de las tropas iraquíes.

Paseos en camello

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Gracias a la labor de los dos peluqueros de las corbetas, elegidos al azar, los marineros llegaron con buen aspecto. Aunque Manuel, de 20 años, adelanta que no le gustaría volver, admite que "dentro de lo que cabe, lo hemos pasado bien". Para rematarlo relata un experiencia única ya que, si no llega a ir al Golfo Pérsico, "no subo a un camello en mi vida".

El envío de la flotilla no sólo ha alterado la vida de los marineros. "Sobre todo, ha cambiado la de los padres", confiesa un representante de la coordinadora que agrupa a los familiares de los chavales. Este hombre conoce incluso el arsenal militar de los distintos países implicados en el conflicto. La presión que ha ejercido este colectivo ha servido para que los marineros reciban una cantidad de dinero, cercana a las 100.000 pesetas, y para que el Ministerio de Defensa corra con los gastos del viaje de los familiares de los jóvenes a Cartagena.

Situaciones peligrosas, según los comandantes de ambas corbetas, no se ha registrado ninguna durante los últimos tres meses en los que la flotilla ha identificado 544 buques y las dos corbetas han recorrido cerca de 25.000 millas. El total de llamadas telefónicas desde el Golfo ascendió a 25.000.

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