Las denuncias de Tyminski lesionan la opción electoral de Mazowiecki
La acusación contra Tadeusz Mazowiecki, primer ministro polaco y candidato a la presidencia, de "traición al pueblo" formulada por uno de sus contrincantes, el independiente Stanislaw Tyminski, acaba de convertirse en el escándalo político número uno de la fase final en la campaña ante las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo día 25 de noviembre. Según Tyminski, Mazowiecki es responsable de promover la venta de empresas estatales polacas al capital extranjero a precios irrisorios. Pese a que, según todos los indicios, los cargos que se imputan a Mazowiecki no tienen fundamento, pueden hacerle perder, precisamente en favor de su denunciador, la segunda posición en la carrera presidencial, tras el líder de Solidaridad, Lech Walesa.
Las acusaciones contra Mazowiecki están basadas, aparentemente, en la tergiversación de un documento oficial del Gobierno, remitido al Parlamento, sobre los planes de la privatización en Polonia para el próximo año, que prevén la venta de empresas sobre todo a ciudadanos polacos.No obstante, Tyminski, que acaba de igualar a Mazowiecki en los sondeos de intención de voto, parece estar convencido de que un clima general de acoso al Gobierno creado en la campaña presidencial el electorado no sabrá distinguir entre lo cierto y lo falso. Según las encuestas más recientes Tyminski podría haber superado a Mazowiecki, sumando el 25% de apoyo, mientras el primer ministro sólo contaría con un 23%.
Por el momento es impredecible si el escándalo político provocado por Tyminski aumentará sus oportunidades pero, dados los resultados que ha obtenido hasta el momento y la desorientación general del electorado polaco, no se puede descartar tal eventualidad.
Trucos lamentables
El portavoz del comité electoral de Mazowiecki calificó de "trucos lamentables" las acusaciones de Tyminski y declaró esperar que el actual escándalo "abra los ojos de los polacos de quién es en realidad Tyminski".
La Fiscalía General de Polonia abrió el pasado lunes una investigación para intentar determinar si las acusaciones lanzadas pueden ser calificadas como calumnias contra una institución del Estado. El pasado de Stanislaw Tyminski, y no sólo el pasado político, se desconoce en Varsovia. El propio candidato declara ser empresario de Toronto (Canadá). Es titular de pasaportes peruano y canadiense, además del polaco.
En la reunión con los periodistas celebrada ayer, Tyminski negó rotundamente haber colaborado con el cartel de Medellín durante su estancia en América Latina,
Tyminski desmintió asimismo haber espiado a la emigración polaca en Suecia a finales de los años sesenta. No obstante, fuentes del Ministerio de Interior polaco informaron a este periódico que en 1969 Tyminski abandonó Polonia con rumbo a Suecia gracias a la ayuda del espionaje militar polaco.
