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Una nueva hipótesis sugiere que el 'Guernica' se inspiró en un cuadro italiano del siglo XV

El lienzo siciliano, de autor desconocido, representa el personaje de la muerte a caballo

¿En quién se inspiró Picasso cuando en 1937, algunos días después del bombardeo de Gernika, comenzó a trabajar en el cuadro homónimo que habría de convertirse en una de sus obras más famosas? Estudios recientes de carácter filológico sobre el gran artista español y sobre la restauración, apenas concluida, de El triunfo de la muerte, un fresco del tardío medievo siciliano, han avalado la hipótesis de que Picasso haya tomado como punto de referencia la obra maestra palermitana del siglo XV, cuya autoría no ha sido plenamente establecida, pese a las varias teorías surgidas tras su restauración.

A El triunfo de la muerte, en efecto, parece que el a ¡S a haya vuelto su mirada el "ojo más rapaz del mundo" en el momento de traducir sobre la tela la tragedia de un pueblo entero devastado por las bombas de la guerra civil. Y para darse cuenta de que la hipótesis no es descabellada, basta confrontar las dos pinturas.No sólo en su estructura compositiva -aun teniendo en cuenta las diferencias temáticas-, sino, sobre todo, en las dos partes centrales, con la imagen del caballo.

Picasso no es ajeno a este tipo de sorpresas. No se pue den olvidar sus repetidos vía jes a Italia. Para comenzar aquel de dos meses que hizo al país de Miguel Ángel, en la primavera de 1917, documentado recientemente en una gran exposición realizada en Verona (palacio Forti y palacio de la Gran Guardia), en la que entre las obras expuestas se encontraba Parade, el telón de 17 me tros por él ideado en Roma (donde había sido llamado por el director del ballet ruso Sergéi Diaghilev) para el homónimo espectáculo musical, cuyo es treno w realizó en el Théátre du Chátelet de París el 18 de mayo de 1917 (con texto de Jean Cocteau, música de Erik Satie y coreografia de Léonide Massine).

El viaje italiano

El viaje de Picasso pertenecía a la tradición de los artistas,europeos. Para muchos de ellos Italia era una etapa casi obligatoria. En 1917, el artista espaflol cuenta 36 años. A sus espaldas ha dejado el cubismo. En el arte italiano halla una atmósfera diversa: una especie de "llamada al orden".

Picasso recorre la Roma antigua ("proyectar el pasado en el presente"), visita las basílicas de los siglos XVI y XVII, entra en contacto con el arte popular, compra decenas y decenas de estampas con imágenes de pueblerinas, floristas, bailarinas. Redescubre un mundo mítico, lejano.

Junto con Stravinski, visita Nápoles y Pompeya. Otra etapa lo ve en Florencia. Y así transita a través de varios estilos, fases, corrientes, hasta apropiarse de ellos, hacerlos suyos. Durante su estancia -que dejara en él una huella imborrable- pinta, ejecuta caricaturas, bocetos, apuntes sobre papel (una especie de diario visual).

De sabor italiano no son sólo las obras realizadas durante esos dos meses, sino también aquellas ejecutadas en los años sucesivos, en el clima de una lejanía reflexiva que se inspirara en el país de Rafael. País en el que Picasso, gran intuitivo, verifica sus sueños (el mundo melancólico y fascinante del circo: acróbatas y saltimbanquis), hace descubrimientos (en Pompeya, los frescos con grandes ojos que miran hacia el vacío y que luego se desorbitan en sus pinturas, como en El idilio, de 1923, y en Las tres gracias, de 1925).

La estructura del telón (sea por el ritmo como por la composicáón escénica) le servirá también para La crucifixión y para el mismo Gernika. Basta confrontar los dibujos preparatorios y las diversas fases de ejecución.

Un segundo viaje a Italia, Picasso lo realiza entre octubre y noviembre de 1949.

¿Cuándo vio El triunfo de la muerte? jiQuién sabe! Es cierto que de un modo u otro lo vio-quizás en reproducción-, y de él se apropió.

Se hablaba antes de las conjeturas acerca de la paternidad de El triunfo. A través de siglos ha sido atribuido a un artista de la escuela catalana, al pintor medieval siciliano Antonio Crescenzio, a Antonello da Messina.

Al final, el historiador del arte Stefano Bottari adelantó la hipótesis que la pintura podría ser obra de Pisanello (Antonio Pisano, ¿1395-1450?). Tesis la última que ha sido retomada en los últimos años por otros críticos y estudiosos.

Ahora tal atribución parece desvanecerse para siempre. En efecto, con la reciente restauración, han surgido "colores tenues, esclarecidos con finas pinceladas de blanco de cal, íntegro o enttemezclado con otros colores", como ha escrito Mara Grazia Paolini en un monograria recién publicada por la editorial Sellerio. Todo concuerda con la pintura mural tardogótica de la época.

Estudiando después una seríe de particulares que van de la perspectiva general a detalles de los personajes (trajes, cinturones, capas, calzados, turbantes, rebozos, etcétera), hasta llegar a los tapices, emerge una inédita lectura del fresco. Y se regresa de nuevo a la hipótesis del anónimo catalán.

Traducción de Fabio Rodríguez.

Del palacio al hospital

El fre seo El triunfo de la muerte está subdividido en cuatro paneles. Servía como decoración de un muro del patio central del palacio Sclafáni en Palermo, cuando, en torno al 1440, fue convertid o en un hospital. Y allí permaneció duran te casi cinco siglos, hasta la última guerra mun dial, mientras bajo los bombardeos la obra fue transIbrida al palacio Abatellis, sede de la pina coteca nacional de la capital siciliana.El triunfo representa la muerte que cabalga mient ras arrasa con ricos y potentes, en el ápice de la gloria y la fortuna, dejando de lado a humilde!; y enfermos que la invocan como posible fuente de liberación. Tema que a lo largo de los siglos ha fascinado a literatos (Frangois Villon, tanto para citar un nombre) y artistas. Picasso, por ejemplo.

Sobre el fresco conservado en el palacio Abatellis, la televisión italiana transmitió un excelente documental de Anna Zanoli dedicado a tiempos de ejecución, comentarios de las diversas fases por parte de los restauradores, ambientación histórica de la obra. Todo enriquecido por una serie de elementos de la Palermo catalana en la época de Alfonso el Magnánimo (jardines, mansiones, palacios) y con música de Dimitri Sostakovich.

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