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La oposición soviética inicia su congreso constituyente

PILAR BONET La oposición radical al Partido Comunista de la URSS (PCUS) inició ayer su mayor intento organizativo en toda la historia del país con el inicio en Moscú del congreso constituyente del movimiento Rusia Democrática (RD), en el que participan unos 2.000 delegados pertenecientes a numerosas formaciones políticas. "Debemos terminar de desmantelar el sistema comunista y librar al pueblo ruso de la pesadilla totalitaria", dijo ayer, a modo de apertura, el diputado de la URSS, Arkadi Murashov, presidente del comité organizador del congreso, que concluye hoy con una declaración programática.

El acto se celebró en un clima de descontento por la aprobación del plan económico del presidente Mijaíl Gorbachov, unas líneas generales de paso a la economía de mercado, que son una síntesis entre la opción radical conocida por El Programa de los 500 días y la opción más moderada propuesta por el Gobierno soviético que dirige Nikolái Rizhkov.La formación de todos los mecanismos de paso al mercado exige "un mínimo de 10 años" y posiblemente "la vida de toda una generación", según dijo el viernes el vicepresidente del Gobierno de la URSS, Leonid Abalkin.

La bandera tricolor rusa del Gobierno provisional existente entre la Revolución de Febrero de 1917 y la Revolución Bolchevique de Octubre, decoraba ayer el escenario del cine Rossia, donde se habían concentrado representantes de decenas de grupos llegados de toda Rusia, desde la lejana Sajalin, en el océano Pacífico a las grandes regiones industriales del Volga, pasando por la amplia Siberia.

Principales corrientes

Rusia Democrática es la convergencia de las principales corrientes surgidas desde que se inició la reforma política de Mijaíl Gorbachov en 1988. En el movimiento están el Grupo Interregional de Diputados (GIR) del Parlamento de la URSS -primer grupo de oposición amplia formado en 1989-, el bloque Rusia Democrática del Parlamento de Rusia -equivalente del GIR en la Federación Rusa-, los liberales representados por el Partido Democrático de Rusia (PDR), los socialdemócratas del Partido Socialdemócrata (PSD) y Plataforma Democrática, que se escindió del PCUS el pasado julio.

La elección de delegados fue organizada con dos criterios, según explicó Lev Ponomariov, presidente de la Unión de Electores de Moscú (UEM). El primero era la oposición a una alianza con el PCUS, lo que excluía ya a los sectores centristas interesados en colaborar con el Partido Comunista. El segundo era la renuncia a la violencia en la lucha política.

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Muy pronto se perfilaron dos posiciones enfrentadas. Por una parte, Nikolái Travkin, presidente del PDR, se mostró partidario de que Rusia Democrática se transforme en partido organizado con una disciplina interna. Por la otra, los representantes del ala socialdemócrata, los democratacristianos y otros grupos, partidarios de la formación de un bloque semejante a los movimientos populares del Este de Europa y de las repúblicas bálticas.

Nikolái Travkin argumentó ayer que el presidente Gorbachov consigue que el Parlamento apruebe todo cuanto quiere, porque los demócratas que le critican en los pasillos luego le apoyan en las votaciones. Tal cosa, según Travkin, no ocurriría si las fuerzas de oposición estuvieran sometidas a una disciplina interna. "Llevamos un año y medio y no podemos hacer nada", dijo Travkin, visiblemente desmoralizado.

Coalición democrática

VIadímir Lisenko, líder de PD, defendió, sin embargo, las ventajas de una coalición democrática y acusó al aparato del PCUS de mantener una campaña de descrédito contra la oposición radical. Oleg Rumianzev, copresidente del PSD, abogó por un movimiento amplio que apoye al Parlamento de Rusia en sus reformas. Rumianzev, diputado del Parlamento ruso, anunció que la nueva constitución rusa está lista para debate y será sometida a referéndum a fines de noviembre.

El historiador Yuri Afanasiev, los alcaldes de Moscú y Leningrado, Gavril Popov y Anatoli Sobchak respectivamente; Serguei Stankevich, vicealcalde de Moscú, y Borís Yeltsin, presidente del Parlamento ruso, estaban ausentes del evento y, en parte, de viaje por el extranjero, lo que dio lugar a comentarios sobre el sentido de la responsabilidad de estos políticos.

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